Ciudad de México ► El viernes 13 ha sido considerado un día de mala suerte en muchas culturas alrededor del mundo, y sus raíces históricas y religiosas han perdurado a lo largo del tiempo. Esta superstición se ha arraigado profundamente en la conciencia colectiva, generando una mezcla de temor y fascinación.
La tradición cristiana es una de las principales fuentes de esta creencia. Según la Biblia, durante la Última Cena, Jesús compartió la mesa con sus 12 apóstoles, siendo Judas Iscariote el número 13, quien posteriormente lo traicionó. Este evento, que culminó en la crucifixión de Jesús un viernes, ha llevado a la asociación del número 13 y el día viernes con la mala suerte.
Además de la tradición cristiana, existen otras teorías que explican la mala fama del viernes 13. En la mitología nórdica, se cuenta que Loki, el dios del engaño, fue el invitado número 13 en una cena en el Valhalla, lo que resultó en la muerte del dios Balder y trajo desgracia a los dioses. También, en la Edad Media, se creía que los viernes eran días nefastos para comenzar nuevos proyectos o viajes, y el número 13 ya era considerado de mala suerte en muchas culturas antiguas.
A lo largo de los siglos, esta superstición ha sido alimentada por diversos eventos históricos y culturales. Por ejemplo, el viernes 13 de octubre de 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó la detención de los Caballeros Templarios, lo que añadió un nuevo nivel de misterio y temor a esta fecha.
En la actualidad, el viernes 13 sigue siendo un día que despierta inquietud en muchas personas. Películas, libros y programas de televisión han perpetuado la idea de que este día está asociado con eventos desafortunados, manteniendo viva la superstición en la cultura popular.
A pesar de la falta de evidencia científica que respalde la mala suerte del viernes 13, la creencia persiste, recordándonos cómo las tradiciones y mitos pueden influir en nuestras percepciones y comportamientos. ■