Estados Unidos ► La relación comercial entre Estados Unidos y Canadá entró en una fase de tensión inesperada luego de que el presidente Donald Trump anunciara la ruptura inmediata de todas las negociaciones bilaterales. La decisión se produjo tras la difusión en Canadá de un anuncio televisivo que recupera un discurso del expresidente Ronald Reagan criticando los aranceles, pieza que el mandatario estadounidense calificó como “fraudulenta” y “una provocación directa”.
El mensaje, financiado por el gobierno de Ontario y transmitido durante un partido de béisbol de las Grandes Ligas, utilizó fragmentos de un discurso de Reagan de 1987 en el que el republicano advertía sobre los riesgos de las barreras comerciales. Para Trump, la campaña constituye un intento de manipular la opinión pública y de influir en decisiones judiciales sobre sus políticas arancelarias. “Basándome en su atroz comportamiento, todas las negociaciones comerciales con Canadá quedan terminadas”, escribió en su red social Truth Social.
La reacción del presidente sorprendió incluso a funcionarios de su propio gabinete, pues apenas a inicios de octubre Trump y el primer ministro canadiense, Mark Carney, habían sostenido un encuentro en la Casa Blanca sin mayores avances, pero con la expectativa de mantener abiertas las conversaciones. Ahora, la ruptura amenaza con recrudecer la guerra de aranceles que ya había tensado la relación entre ambos países en sectores clave como el acero, la madera y la industria automotriz.
El anuncio canadiense, visto por millones de espectadores, fue interpretado en Washington como un desafío político más que como una simple campaña de comunicación. La Fundación Ronald Reagan, a través de un comunicado, expresó “preocupación” por el uso de la imagen del expresidente en un contexto de disputa comercial, aunque no llegó a calificarlo de ilegal.
En Ottawa, las primeras reacciones fueron de cautela. Voceros del gobierno federal señalaron que “Canadá no busca confrontación, sino diálogo”, y que la pieza publicitaria corresponde a una iniciativa provincial, no a una estrategia nacional. Sin embargo, analistas advierten que la decisión de Trump podría tener efectos inmediatos en la agenda económica de Norteamérica, justo en un momento en que se discuten ajustes al T-MEC y se preparan rondas de negociación sobre energías limpias y cadenas de suministro. ■


