Ciudad de México ► Cada 31 de diciembre, en diversas regiones de México y América Latina, se lleva a cabo la tradición del «Año Viejo», un ritual que simboliza el cierre de un ciclo y la bienvenida a un nuevo año. Esta costumbre consiste en la elaboración de un muñeco, conocido como «Año Viejo», que se quema a la medianoche como un acto de purificación y renovación.
La tradición del «Año Viejo» tiene sus raíces en las culturas prehispánicas y coloniales de América Latina. Se cree que los antiguos pueblos indígenas realizaban rituales de fuego para despedir el año y atraer la buena fortuna. Con la llegada de los colonizadores españoles, estas prácticas se fusionaron con las celebraciones cristianas, dando origen a la quema del «Año Viejo» tal como la conocemos hoy.
En México, la tradición del «Año Viejo» se ha expandido a lo largo de diversas regiones, especialmente en estados como Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco. En estas localidades, las familias y comunidades se reúnen para confeccionar muñecos de trapo, papel y otros materiales reciclados, que representan el año que termina. Estos muñecos suelen estar llenos de pirotecnia y se les coloca una máscara que simboliza a una figura pública o un personaje popular del año.
La elaboración del «Año Viejo» es un proceso comunitario y festivo. Los vecinos se organizan para recolectar materiales y construir el muñeco, al que suelen vestir con ropa vieja y rellenar con cohetes y petardos. A la medianoche del 31 de diciembre, el «Año Viejo» es encendido en una hoguera, mientras los presentes lanzan fuegos artificiales y expresan sus deseos para el nuevo año. Este acto simboliza la quema de lo negativo y la renovación de esperanzas y propósitos.
Aunque la quema del «Año Viejo» es una tradición arraigada y festiva, el uso de pirotecnia conlleva riesgos significativos. La manipulación inadecuada de fuegos artificiales puede provocar accidentes graves, como quemaduras, incendios y lesiones. Las autoridades recomiendan tomar precauciones, como mantener una distancia segura, utilizar pirotecnia autorizada y supervisar a los niños en todo momento.
Para disfrutar de la tradición del «Año Viejo» de manera segura, es importante seguir algunas recomendaciones:
- Utilizar pirotecnia en espacios abiertos y alejados de viviendas y vegetación.
- No manipular fuegos artificiales bajo los efectos del alcohol.
- Tener a la mano un extintor o cubetas de agua en caso de emergencia.
- Adquirir pirotecnia en establecimientos autorizados y evitar productos de dudosa procedencia.
La tradición del «Año Viejo» es una celebración que une a las comunidades y permite despedir el año con alegría y esperanza. Siguiendo las medidas de seguridad adecuadas, es posible disfrutar de esta costumbre sin poner en riesgo la integridad de los participantes. ■