Japón ► Toyota ha dado un paso audaz hacia el futuro con la inauguración de Woven City, un innovador campo de pruebas situado cerca del Monte Fuji. Este proyecto, liderado por Daisuke Toyoda, miembro de la familia fundadora de la automotriz, tiene como objetivo explorar cómo será la vida cotidiana con robótica, inteligencia artificial y transporte autónomo de cero emisiones. Sin embargo, Toyoda enfatizó que no se trata de una ciudad inteligente convencional, sino de un entorno diseñado específicamente para experimentar con nuevas formas de movilidad.
La primera fase de Woven City, que ya ha sido completada, abarca 47 mil metros cuadrados, equivalentes a cinco campos de béisbol. En su totalidad, se espera que el proyecto ocupe 294 mil metros cuadrados. Construida en los terrenos de una antigua fábrica de Toyota, la ciudad se convertirá en un epicentro donde investigadores y start-ups podrán colaborar y compartir ideas.
Este proyecto, con una inversión estimada de 10 mil millones de dólares, es solo uno de los muchos intentos globales por crear ciudades futuristas. A pesar de los fracasos de iniciativas similares, como la propuesta de Alphabet en Toronto o «Neom» en Arabia Saudita, Toyota mantiene altas expectativas para Woven City.
El desarrollo comenzó en 2021, y todos los edificios están interconectados por pasajes subterráneos que permitirán el movimiento de vehículos autónomos para tareas como la recogida de basura y la entrega de paquetes. Aunque actualmente nadie reside en Woven City, los primeros habitantes serán 100 empleados de Toyota y empresas asociadas, apodados «tejedores». Entre estas empresas se encuentran Nissin, fabricante de fideos instantáneos, y Daikin, productor de aires acondicionados.
El nombre «Woven City» rinde homenaje a los orígenes de Toyota como fabricante de telares automáticos, cuando Sakichi Toyoda, bisabuelo de Daisuke Toyoda, buscaba facilitar el trabajo de su madre en un telar manual.
En cuanto a la energía, Toyota ha optado por enfocarse en el hidrógeno, en lugar de los vehículos eléctricos, un sector donde ha quedado rezagada frente a competidores como Tesla y BYD. La compañía reconoce que no espera obtener ganancias inmediatas de Woven City, pero ve en este proyecto una oportunidad para desarrollar tecnología robótica que compita con Waymo, de Google.
Analistas como Keisuke Konishi, del Quick Corporate Valuation Research Center, creen que Toyota está bien posicionada para invertir en proyectos de esta magnitud. «Toyota tiene el dinero para hacer todo eso», afirmó Konishi.
El éxito de Woven City podría redefinir el futuro de la movilidad y la tecnología urbana, consolidando a Toyota como un líder en innovación y sostenibilidad. ■