Estados Unidos ► La Casa Blanca anunció que el 15 de agosto de 2025 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encontrará con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Alaska. Será la primera cumbre bilateral sobre el conflicto ucraniano desde el encuentro en Ginebra de 2021 y obedece al ultimátum de Trump para que Rusia cesara el fuego bajo amenaza de nuevas sanciones y aranceles secundarios a importadores de crudo ruso.
Trump ha planteado que cualquier acuerdo de paz incluiría “algún intercambio de territorios para beneficio mutuo” entre Rusia y Ucrania. Esa idea, que implicaría ceder regiones como Donetsk, Luhansk o Crimea a Moscú a cambio de un alto el fuego, ha sido catalogada de polémica por Kiev y sus aliados europeos, que rechazan legitimizar la ocupación rusa de zonas anexadas desde 2014.
La elección de Alaska responde a dos factores clave: Estados Unidos no es miembro del Estatuto de Roma, por lo que no está obligado a detener a Putin ante una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, y la cercanía geográfica —el estrecho de Bering separa ambos territorios por apenas 55 millas— facilita la logística del viaje presidencial.
Reacciones y exclusión de Kiev
Ucranianos en el frente recibieron la noticia con escepticismo. Analistas señalan que decidir el destino de territorios ucranianos sin la presencia del presidente Volodymyr Zelenskyy reproduce un esquema de “Yalta moderno” y deja a Kiev al margen de un pacto que podría redefinir sus fronteras.
Aunque Trump anunció el encuentro y prometió más detalles, aún no se ha difundido la agenda oficial ni el lugar exacto en Alaska. ■