Estados Unidos ► La Casa Blanca evalúa la implementación de un incentivo económico de 5 mil dólares para nuevas madres, en una estrategia que busca no solo aumentar los nacimientos, sino también fomentar matrimonios y reforzar el tejido familiar estadounidense. La iniciativa, que ha recibido el apoyo del expresidente Donald Trump y de figuras prominentes como JD Vance y Elon Musk, se enmarca en un contexto de alarma por la drástica caída en la tasa de natalidad del país.
Las estadísticas revelan que en 2023 la tasa de natalidad en Estados Unidos descendió hasta niveles históricamente bajos, registrándose apenas 54.5 nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esta disminución ha suscitado preocupación entre expertos y autoridades, ya que una menor natalidad puede tener implicaciones significativas en la economía, la sostenibilidad de programas sociales y la dinámica demográfica a largo plazo. En respuesta a este escenario, la administración ha convocado reuniones con especialistas y defensores de políticas pronatalistas para explorar diversas medidas de incentivo familiar.
Entre las medidas en estudio destaca el denominado “bono por bebé” de 5 mil dólares que se otorgaría a las madres tras el nacimiento de un hijo. La propuesta no se limitaría a este incentivo monetario, sino que podría complementarse con otras acciones, como la asignación prioritaria de becas Fulbright para parejas casadas o personas con hijos y una ampliación en el financiamiento de programas educativos sobre salud reproductiva. Además, se contempla la elaboración de un informe que facilite el acceso a tratamientos de fertilización in vitro (IVF), previsto para publicarse en mayo, y que sirva de guía para futuras políticas orientadas a revertir la tendencia de baja natalidad .
Durante una reciente rueda de prensa, Trump calificó la iniciativa de “una buena idea”, evidenciando el respaldo de segmentos políticos que defienden medidas pronatalistas y los valores familiares tradicionales. No obstante, la propuesta ha generado opiniones divididas. Críticos como la profesora Peggy Heffington, de la Universidad de Chicago, sostienen que si bien los incentivos económicos podrían incitar un aumento en los nacimientos, la medida resulta insuficiente para solventar las dificultades económicas y estructurales que enfrentan muchas familias estadounidenses. Por otro lado, los defensores de estas políticas argumentan que el refuerzo de los valores familiares es esencial para garantizar que cada niño crezca en un entorno seguro y propicio para alcanzar el sueño americano. ■
