Estado de México ► Habitantes de Jilotepec mantienen «secuestrado» dos mega-reactores de Pemex, cada uno de más de 500 toneladas de peso, para exigir la ejecución de obras públicas y mayores medidas de seguridad en la zona. Según reveló el diario Reforma, los equipos, parte del proyecto para reconfigurar la refinería de Tula —con un costo que supera los 7 mil millones de pesos— llevan varados cinco meses sobre la autopista México-Querétaro, siendo utilizados como herramienta de presión por la comunidad.
Los reactores, adquiridos el 28 de febrero de 2022 por PTI Infraestructura —filial privada de Pemex encargada de la refinación— contratados a Larsen & Toubro, viajaron casi 14 mil kilómetros desde la India hasta el Puerto de Altamira, Tamaulipas, y desde enero de este año permanecen detenidos a unos 60 kilómetros de su destino final. Uno de los equipos se encuentra estacionado frente a una gasolinera en el poblado de Encinillas, en los límites con Hidalgo, mientras que el otro está ubicado en un terreno baldío a la vera de la carretera que conduce hacia Calpulalpan, Tlaxcala.
Según declaraciones de Pemex, a pesar de que el traslado de estos equipos es un procedimiento técnico ajeno al conflicto social, la negativa del presidente municipal priista de Jilotepec, Rodolfo Noguez Barajas, de autorizar su movimiento ha permitido utilizar los reactores como mecanismo de negociación para exigir mejoras urgentes en la comunidad.
Técnicamente, estos reactores cumplen una función crucial en el proceso de desulfurización de la carga de crudo, elemento esencial para mejorar la calidad del combustible que llega a diversas regiones del país. Su retención ha generado un impacto en la operatividad de la refinería de Tula, que durante el primer trimestre de 2025 operó al 64 % de su capacidad instalada, cifra notablemente inferior al promedio del 90% de refinerías en Estados Unidos. Además, el retraso afecta la producción de combustóleo, producto que en Tula representa un 35% en contraste con el 1% que se maneja en instalaciones comparables en el exterior.
Mientras las autoridades estatales y federales aún se pronuncian sobre la situación, los pobladores de Jilotepec han dejado en claro que su movilización continuará hasta que se implementen medidas efectivas que garanticen obras públicas y seguridad para la comunidad. ■
