Ciudad de México ► Claudia Sheinbaum reafirmó este miércoles la postura de México contra cualquier vía violenta en el conflicto entre Estados Unidos y Venezuela, tras las nuevas medidas anunciadas por Donald Trump. La mandataria exigió a la ONU asumir su papel para evitar un derramamiento de sangre y reiteró que la política mexicana se guía por la Constitución: paz, no intervención y autodeterminación de los pueblos.
La tensión internacional escaló luego de que el presidente estadounidense ordenara un bloqueo “total y completo” a los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, endureciendo la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Trump aseguró que el país sudamericano está “completamente rodeado” por la mayor concentración naval en la historia de Sudamérica y advirtió que las acciones se mantendrán hasta que Caracas “devuelva” a Estados Unidos petróleo, tierras y activos que, según él, fueron “robados”. Además, calificó al gobierno venezolano como un “régimen ilegítimo” y lo acusó de financiar actividades criminales como narcotráfico, trata de personas y secuestros, motivo por el cual lo designó como organización terrorista extranjera.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum respondió con firmeza. Subrayó que la posición mexicana no depende de simpatías o rechazos hacia Maduro, sino de un principio de Estado: la paz como convicción y mandato constitucional. “No intervención, no injerencia extranjera y solución pacífica de las controversias”, recalcó. La presidenta también criticó la pasividad de la Organización de las Naciones Unidas, a la que pidió actuar de inmediato para frenar la escalada y evitar cualquier derramamiento de sangre. “Que asuma su papel, no se le ha visto”, expresó, en un llamado directo al organismo multilateral.
El endurecimiento del discurso de Trump y la respuesta mexicana se producen en un contexto de creciente incertidumbre regional. Mientras Washington insiste en medidas de presión económica y despliegue militar, México se mantiene en la línea diplomática que históricamente ha defendido: respeto a la soberanía y rechazo a la intervención extranjera. La mandataria advirtió que la comunidad internacional no puede permanecer pasiva frente a un escenario que amenaza la estabilidad de Sudamérica y la vida de miles de personas, insistiendo en que la diplomacia debe ser la herramienta principal para resolver cualquier disputa. ■


