Ciudad de México ► El gobierno mexicano ha decidido eliminar las restricciones al maíz transgénico y al uso de glifosato, en cumplimiento con el fallo emitido por el panel de solución de diferencias del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Esta decisión, publicada en el Diario Oficial de la Federación, marca un cambio significativo en la política agrícola del país.
La controversia comenzó en agosto de 2023, cuando Estados Unidos solicitó el establecimiento de un panel de solución de controversias bajo el capítulo 31 del T-MEC, argumentando que las medidas mexicanas eran incompatibles con las obligaciones establecidas en los capítulos 2 y 9 del tratado, relacionados con el trato nacional y las medidas sanitarias y fitosanitarias. El panel emitió su informe final el 20 de diciembre de 2024, concluyendo que las restricciones mexicanas no se basaban en una evaluación de riesgo adecuada ni en evidencia científica.
En respuesta al fallo, el gobierno mexicano ha decidido ajustar sus medidas para cumplir con sus obligaciones en el marco del T-MEC. La Secretaría de Economía publicó un acuerdo que deroga los artículos sexto, séptimo y octavo del decreto de febrero de 2023, que imponían restricciones a la importación y uso de maíz transgénico. Esta decisión ha generado diversas reacciones, tanto a favor como en contra, entre productores agrícolas, ambientalistas y sectores de la sociedad civil.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha declarado que el gobierno está considerando una reforma constitucional para prohibir exclusivamente la siembra y cultivo de maíz genéticamente modificado en territorio nacional, aunque permitiría la importación del grano desde otros países. Esta medida busca equilibrar las obligaciones comerciales internacionales con la protección del patrimonio biocultural y la salud pública del país. ■
