Ciudad de México ► Un reciente estudio científico llevado a cabo por los profesores Andrew Francis, Hugo Mialon y Randal Olsen ha aportado nueva evidencia sobre cómo las diferencias de edad influyen en la calidad y duración de las relaciones amorosas. Analizando una muestra de aproximadamente 3 mil parejas en Estados Unidos, los investigadores encontraron que aquellas con apenas un año de diferencia de edad presentan la mayor probabilidad de mantenerse juntas a largo plazo.
Según el estudio, la principal razón detrás de este fenómeno es que una diferencia mínima en la edad permite a los miembros de la pareja compartir experiencias vitales similares. Esto se traduce en contextos biográficos y culturales comparables, lo cual alinea sus expectativas de futuro y facilita la sincronización de etapas clave, como la culminación de estudios, el desarrollo profesional y la formación de una familia. La coincidencia de estos hitos vitales crea una base común que favorece la comunicación y la resolución de conflictos—aspectos esenciales para la estabilidad en el vínculo afectivo.
Los autores del estudio destacan que, aunque la diferencia de edad es un factor estadísticamente relevante, no es el único determinante del éxito de una relación. Elementos como la dinámica personal, el compromiso y la habilidad para comunicarse son igualmente críticos. En otras palabras, la correlación observada en la muestra estudiada no implica que todas las parejas con una corta diferencia de edad estén destinadas al éxito, sino que, en promedio, comparten mayores probabilidades de longevidad en su relación.
Además, los investigadores explican que la tendencia de compartir momentos decisivos de la vida al unísono potencia una mayor comprensión mutua. Este fenómeno se debe a que las ideas, valores y puntos de vista de cada individuo se desarrollan en paralelo, lo que fortalece el vínculo emocional y facilita la adaptación ante los cambios y adversidades.
Este avance en la comprensión de las dinámicas amorosas ofrece un interesante panorama para futuras investigaciones, invitando a explorar cómo otros factores —como el entorno socioeconómico, la educación y la influencia cultural— pueden interactuar con la diferencia de edad para determinar el éxito o fracaso de una relación de pareja. ■
