Ciudad de México ► Un juez federal otorgó amparo y protección de la justicia a Gerardo Saade Murillo, nieto del polémico exprocurador Jesús Murillo Karam, en un proceso que involucra graves acusaciones de intento de homicidio. Saade Murillo es señalado de haber orquestado el asesinato de su esposa, Krista Noval Hillman, así como de su suegra, Karem Hillman, y de su padrastro, Sergio Beltrán, quien sobrevivió a seis disparos en octubre de 2021.
La resolución, emitida por el juez Tercero de Distrito en Hidalgo, Francisco Aguilar Pérez, llega en medio de un proceso judicial que, aunque ya había registrado un auto de no vinculación a proceso el 27 de junio de 2023 por parte de la jueza de control Janett Montiel Mendoza, no dejó de admitir validez a las pruebas –como registros telefónicos entre el imputado y los sicarios– que permitieron continuar la investigación. Pese a haberse vencido el plazo legal para solicitar el amparo, la defensa de Saade logró que se admitiera fuera de tiempo y se ampliara la demanda, abriendo la puerta a que la causa pueda cerrarse definitivamente, aunque aún se encuentra sujeta a posibles impugnaciones por parte de las víctimas o la Procuraduría estatal.
El expediente del caso, manejado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo y encabezado por Francisco Ángel Fernández Hasbun, revela que los sicarios –ya sentenciados–– aseguraron haber recibido instrucciones precisas junto con fotografías de las víctimas para ejecutar el crimen. Además, se determinó que el encargo incluía el asesinato directo de Sergio Beltrán y, en caso de fallar, la eliminación de Karem Hillman o de Krista, madre de Luciana, de tan solo dos años, fruto de la relación con Gerardo. El pago estipulado por el atentado habría sido de 140 mil pesos, lo que agrava aún más la dimensión premeditada del operativo.
El impacto del fallo federal no solo reabre polémicos debates sobre la imparcialidad y eficacia del sistema de justicia en Hidalgo –actualmente bajo el gobierno de Julio Menchaca, expriísta y ahora militante de Morena–, sino que también aviva la discusión en redes sociales y medios alternativos, donde se señala la persistente sombra de violencia que ha marcado a Saade Murillo. En mayo de 2013, su entonces pareja, Alexia Imaz, hija del exdirector del Cisen y sobrina de la presidenta Claudia Sheinbaum, lo denunció públicamente por agresiones físicas, compartiendo imágenes de sus hematomas y alimentando el escrutinio mediático sobre sus antecedentes.
A la vez, la maniobra legal de la defensa –que permitió recuperar la libertad del imputado pese a la gravedad de las acusaciones– se suma a una serie de audiencias privadas, como la ocurrida en julio de 2023, que han generado incertidumbre sobre la continuidad del proceso penal por el atentado contra el abogado Sergio Beltrán Merino. Este complejo entramado judicial resalta no solo la encrucijada del caso, sino también la influencia y polémica que envuelve al linaje Murillo Karam, quien aún enfrenta un proceso penal por su presunta participación en el Caso Ayotzinapa.
La resolución del amparo (1241/2023) podría conllevar al sobreseimiento definitivo, lo que cerraría formalmente el capítulo penal en Hidalgo, aunque queda la posibilidad de recursos adicionales por parte de las partes afectadas. ■
