Estados Unidos ► Jennifer Lopez habló con una franqueza poco habitual sobre uno de los episodios más mediáticos de su vida: su divorcio de Ben Affleck. En entrevista con CBS News Sunday Morning, la cantante y actriz de 56 años aseguró que el final de su matrimonio marcó un antes y un después en su vida personal y profesional. “Fue lo mejor que me ha pasado en la vida”, dijo, al describir la separación como un proceso doloroso pero transformador que la obligó a replantearse prioridades y a reconectar con su familia y su carrera.
La ruptura, oficializada en enero tras dos años de matrimonio, coincidió con el estreno de Kiss of the Spider Woman, cinta en la que Lopez encontró un refugio creativo mientras atravesaba la crisis. Paradójicamente, el propio Affleck figuró como productor ejecutivo del proyecto, lo que convirtió el rodaje en un espacio de contrastes: felicidad en el set y turbulencia en casa. “Era lo mejor y lo peor al mismo tiempo”, confesó la artista, quien reconoció que, pese a todo, el apoyo de su entonces esposo fue clave para que la película llegara a la pantalla.
La historia de Lopez y Affleck, seguida durante dos décadas por la prensa y los fans de “Bennifer”, comenzó en 2002 con un compromiso que nunca llegó al altar. Tras caminos separados —ella con Marc Anthony, madre de sus gemelos Max y Emme; él con Jennifer Garner—, se reencontraron en 2021 y se casaron en Las Vegas en 2022, con una segunda ceremonia en Georgia. El idilio terminó en 2024, cuando Lopez solicitó el divorcio alegando diferencias irreconciliables.
En otras entrevistas, la intérprete ya había descrito su recuperación como un proceso “solitario y lleno de emociones difíciles”, pero ahora reconoce que fue también una lección de amor propio. “He aprendido que el amor verdadero te da seguridad, pero también que tienes que estar bien contigo mismo. Pensé que lo sabía, pero no era así”, reflexionó.
Hoy, Lopez asegura sentirse más conectada consigo misma que nunca. Su divorcio, lejos de ser un fracaso, se convirtió en el punto de partida de una nueva etapa: una mujer que, aunque sigue creyendo en el amor, se reconoce capaz de ser plena por sí misma. ■