Chiapas ► Indígenas tsotsiles y tzeltales marcharon el domingo 12 de enero en Chenalhó, para exigir justicia a tres meses del asesinato del padre Marcelo Pérez y pedir al gobierno de Claudia Sheinbaum que desarme a los grupos criminales que los han desplazado. Los manifestantes denunciaron la persistente violencia en sus comunidades.
Enrique Díaz Sánchez, párroco de la iglesia de San Pedro en Chenalhó, expresó la necesidad de seguridad para los pueblos indígenas y apoyo para la reconstrucción de la paz en el estado. Denunció el desplazamiento forzado y la quema de viviendas, y pidió un retorno seguro para los afectados.
La crisis de violencia en Chiapas ha resultado en cientos de asesinatos, desapariciones y desplazamientos forzados. Los manifestantes recordaron al gobierno que aún no se ha hecho justicia por el asesinato del padre Marcelo Pérez, un sacerdote indígena tzotzil asesinado el 20 de octubre en San Cristóbal de las Casas.
La marcha, convocada por la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas y la parroquia de San Pedro en Chenalhó, contó con la participación de organizaciones de la sociedad civil. Los manifestantes portaron mantas con mensajes como «Paz para Chiapas» y «Justicia para el padre Marcelo».
Elena Vázquez, indígena tzotzil, expresó la preocupación de los pueblos indígenas ante la inacción del gobierno y la violencia del crimen organizado. Denunció la discriminación y el racismo, y la imposición de los cárteles en sus comunidades.
Los manifestantes señalaron que Chiapas sigue sumido en la violencia debido a la disputa entre grupos del narcotráfico, como el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, y el autodenominado Cártel de Chiapas y Guatemala, que se disputan el territorio para el tráfico de drogas, personas y extorsión. ■
