Ciudad de México ► La noche del 1ro. de septiembre marcó un giro histórico en el Poder Judicial de México. En una sesión solemne que reunió por primera vez en casi tres años a los titulares de los tres poderes del Estado, quedó instalada la llamada “nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación” (SCJN), encabezada por el ministro presidente Hugo Aguilar Ortiz, abogado de origen mixteco y primer indígena en presidir el máximo tribunal desde su fundación.
Ante los ocho ministros del pleno, representantes legislativos y la presidenta Claudia Sheinbaum, Aguilar proclamó el “reinicio” del Poder Judicial de la Federación (PJF), con el compromiso de impartir justicia sin exclusiones ni privilegios. “La justicia será la voz de quienes han sido ignorados, el amparo de los vulnerados y la certeza de que ningún abuso quedará sin respuesta”, expresó en un discurso que fue ampliamente compartido en redes sociales.
Uno de los anuncios más contundentes fue el plan de austeridad que presentará al Órgano de Administración Judicial (OAJ), recién constituido. Aguilar propuso que ningún juzgador gane más que la presidenta de la República, lo que generaría un ahorro inicial de 300 millones de pesos anuales. Además, se revisarán las percepciones de funcionarios judiciales que superen ese tope, con lo que se prevé alcanzar un ahorro adicional de 800 millones.
El ministro presidente también ordenó revisar las pensiones de los ministros en retiro, que actualmente alcanzan hasta 385 mil pesos mensuales. Entre las medidas complementarias se incluye la eliminación de seguros médicos privados, jubilaciones anticipadas y otros beneficios, que serán sustituidos por servicios del ISSSTE. “Austeridad no significa precariedad, sino erradicar el dispendio, los privilegios indebidos y el nepotismo”, subrayó.
La nueva Corte, electa por voto ciudadano en el proceso de reforma judicial de 2024, cuenta con mayoría femenina y se ha comprometido a ser un tribunal “cercano, accesible y abierto al escrutinio público”, con enfoque pluricultural y perspectiva de género. Aguilar destacó que esta composición representa un acto de auténtica justicia, al integrar por segunda vez en la historia a un indígena como presidente del Alto Tribunal.
La sesión fue también un gesto de reconciliación institucional. Claudia Sheinbaum, Sergio Gutiérrez Luna y Laura Itzel Castillo —titulares del Ejecutivo, la Cámara de Diputados y el Senado, respectivamente— compartieron mesa con Aguilar, en contraste con la distancia que marcó la gestión de la ex ministra Norma Piña, quien dejó el cargo el 31 de agosto.
Entre los asistentes estuvieron figuras del gabinete federal como Rosa Icela Rodríguez, Marcelo Ebrard, Citlalli Hernández, Clara Brugada y Alejandro Gertz Manero, así como el ministro en retiro Arturo Zaldívar y el embajador estadounidense Ronald Johnson. La ceremonia fue inaugurada por Aguilar, quien portó una toga con bordados tradicionales de Juchitán, símbolo de su origen y de la nueva etapa que promete una justicia más representativa. ■