Honduras ► La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, advirtió que si el nuevo gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, lleva a cabo una deportación masiva de hondureños, el país centroamericano podría reevaluar su cooperación militar con Washington.
En un mensaje transmitido en cadena nacional de radio y televisión con motivo del Año Nuevo, Castro explicó que una «actitud hostil» hacia los migrantes hondureños haría que la base militar estadounidense en Palmerola «perdiera toda razón de existir». La base, ubicada en el centro de Honduras, ha operado desde la década de 1980 y alberga a unos 400 militares estadounidenses.
«Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar», expresó Castro.
La presidenta hondureña subrayó que, en un escenario de deportaciones masivas, la presencia de fuerzas militares extranjeras en su territorio ya no sería justificable. Además, invitó al nuevo gobierno estadounidense, que tomará posesión el 20 de enero, a mantener una postura abierta al diálogo y a la cooperación constructiva.
«Espero que el nuevo gobierno de Trump sea abierto al diálogo constructivo y amistoso, que no tome represalias innecesarias contra nuestros migrantes, quienes hacen un gran aporte a la economía norteamericana», agregó Castro.
Según datos oficiales, más de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, viven en Estados Unidos. De este total, 280 mil están actualmente en lista de deportación. Las remesas enviadas por los emigrantes hondureños representan alrededor del 25% del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras, siendo en su mayoría originadas en EE.UU. ■