Ciudad de México ► Honda Motor Co., la segunda automotriz japonesa por ventas, ya evalúa la posibilidad de trasladar la fabricación de su SUV HR‑V, actualmente ensambalado en la planta ubicada en Celaya, Guanajuato, a instalaciones dentro de Estados Unidos. La medida obedece a la necesidad de evitar el impacto de un arancel del 25% impuesto a los vehículos importados, que busca incentivar la producción local y garantizar que al menos el 90% de los automóviles vendidos en territorio estadounidense provengan de fábricas nacionales.
La reconfiguración responde a un contexto de políticas proteccionistas impulsadas por la administración estadounidense, que desea proteger su industria automotriz. Informes publicados por el diario Nikkei y recopilados por medios como Expansion indican que Honda planea aumentar su capacidad de producción en Estados Unidos hasta en un 30% durante los próximos dos o tres años. Para alcanzar este objetivo, la automotriz estaría considerando no solo la relocalización de líneas de producción, sino también la incorporación de nuevos turnos laborales y operar durante los fines de semana, estrategias que permitirían cumplir con el exigente requisito del contenido local.
Estados Unidos representa cerca del 40% de las ventas globales de Honda, con un importante número de vehículos que, hasta el momento, han sido fabricados en plantas de México y Canadá. Esta situación ha llevado a la compañía a replantear su cadena de suministro y sistema de ensamblaje, pues la aplicación de aranceles sobre los modelos importados podría erosionar la competitividad de sus productos en el mayor mercado automotriz mundial. Diversas fuentes del sector destacan que, en línea con este ajuste estratégico, modelos emblemáticos como el HR‑V podrían trasladarse a terreno estadounidense para asegurar un ensamblaje que cumpla con la normatividad local y mitigue el impacto de las tarifas.
Aunque Honda aún no ha emitido un comunicado oficial sobre el cambio, la publicación de estas informaciones por parte de medios internacionales reconocidos (entre ellos Reuters, Nikkei, y Radio Fórmula) ha generado inquietud en el entorno manufacturero tanto de México como de Canadá. Las repercusiones podrían ser significativas en términos de empleo y en la cadena de valor local, puesto que las plantas en Celaya y otros centros de producción han conformado durante años un pilar importante en la industria automotriz mexicana. Esta situación se suma a otros ajustes en la región, ya que fabricantes como Nissan y Hyundai también han anunciado revisiones en sus estructuras productivas frente a condiciones similares. ■