Ciudad de México ► Durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Palacio Nacional, Oriol Bonaclocha, CEO de Heineken México, anunció una inversión de más de 2 mil 750 millones de dólares para el desarrollo de una nueva planta cervecera en el estado de Yucatán. El proyecto, que se ejecutará de forma progresiva hasta 2028, es parte de la estrategia de expansión de la compañía, reafirmando su compromiso de largo plazo en el país y posicionando a México como uno de los mercados más importantes a nivel global para la firma cervecera.

La nueva instalación, que se erige como la octava planta de Heineken en México, tendrá una capacidad inicial de producción de 4 millones de hectolitros, lo que permitirá abastecer de manera más eficiente y sustentable a la península de Yucatán. Además, se estima la creación de más de 3,000 empleos entre directos e indirectos, junto con oportunidades laborales temporales durante la fase de construcción. Detalles adicionales revelados en el anuncio indican que se generarán aproximadamente 300 empleos directos y alrededor de 2,500 puestos indirectos, fortaleciendo la cadena de suministro local y promoviendo vínculos con proveedores regionales, una apuesta estratégica que responde a la disponibilidad hídrica y ventajas logísticas de la región.
Un rasgo distintivo del proyecto es que, por primera vez en su trayectoria, Heineken llevó a cabo un proceso de consulta con comunidades indígenas antes de iniciar la inversión. Según Bonaclocha, esta iniciativa pionera en el sector cervecero no solo consolida la relación de la empresa con las poblaciones locales, sino que también sienta un precedente en términos de diálogo y responsabilidad social empresarial. En paralelo, durante la conferencia, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, destacó que la ubicación de la nueva planta responde a un esfuerzo gubernamental de descentralizar la inversión industrial hacia regiones con alta disponibilidad de recursos, enfatizando la confianza que el país inspira a empresas globales en un contexto económico competitivo donde el peso se comercializaba a 18.98 por dólar esa mañana.
La inversión no solo significa una expansión operativa para Heineken, sino también un impulso significativo al desarrollo regional en el sureste mexicano. Con 135 años de historia en México y más de 700,000 empleos directos e indirectos generados a lo largo de su presencia en el país, la cervecera holandesa consolida su legado y refuerza su apuesta por la innovación, el crecimiento sustentable y la integración de comunidades locales. ■