Los hechos violentos que tuvieron lugar en el antro DBar, en Villahermosa, que dejó un saldo lamentable de seis personas fallecidas y diez heridas, ha llevado a varios establecimientos nocturnos a suspender sus actividades como una supuesta medida de seguridad. Sin embargo, detrás de esta decisión, se escondería una estrategia que iría más allá de la simple preocupación por la integridad de los clientes.
Entre los establecimientos que han anunciado su cierre temporal se encuentran el club nocturno La Innombrable, el bar Fahrenheit by Chelería y el antro The Boss. Estos locales han comunicado a través de sus redes sociales que permanecerán cerrados hasta nuevo aviso, argumentando que la seguridad de sus clientes y colaboradores es su prioridad. Incluso, el club nocturno Híbrido, que tenía programado un evento especial con la influencer Karime Pindter, decidió posponer la presentación para enero de 2025.
No obstante, es importante cuestionar las verdaderas motivaciones detrás del cierre de estos establecimientos. Si bien es innegable que la seguridad es una preocupación legítima, también podría darse el caso de que los propietarios de antros y bares estén utilizando esta medida como una forma de presión hacia el gobierno.
Y es que el gobernador Javier May Rodríguez, tras lamentar lo ocurrido y asegurar que no habrá impunidad, anunció que se realizará un profundo análisis de la situación en que operan los antros y bares en Villahermosa y en todo el estado, enfocándose en aspectos como el horario de funcionamiento, el control de acceso, la seguridad y la legalidad de los permisos y anuencias de operación.
May Rodríguez subrayó la necesidad de regular los horarios y mejorar la vigilancia en estos establecimientos para garantizar el cumplimiento de las leyes y proteger a los ciudadanos.
Así, con la decisión de cerrar sus puertas, los operadores de antros y bares no solo buscarían proteger a sus clientes, sino también generar un clima de descontento entre los empleados y la comunidad, con el objetivo de presionar al gobierno estatal para que no aplique medidas estrictas que puedan afectar sus negocios.
Esta estrategia de presión se basaría en la idea de que, al provocar una reacción negativa en la población, se pueda influir en las decisiones gubernamentales. Los empleados de estos establecimientos, al verse afectados por la suspensión de actividades, podrían convertirse en una voz de protesta que demande el reinicio de operaciones.
Por ello, es fundamental que el gobierno de Tabasco mantenga una postura firme y no ceda ante estas presiones. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos deben ser la prioridad, y para ello es necesario que se implementen medidas que prioricen siempre la integridad de los ciudadanos por encima de los intereses económicos de unos cuantos. ■
