Estados Unidos ► Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha revelado que los chicles, tanto sintéticos como naturales, liberan cientos de microplásticos durante su masticación. Estos hallazgos, presentados en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS), han generado preocupación en la comunidad científica y entre los consumidores.
El estudio analizó diez marcas de chicles, cinco sintéticas y cinco naturales, y encontró que un gramo de chicle puede liberar entre 100 y 600 microplásticos. Los investigadores calcularon que una persona que mastica alrededor de 180 chicles al año podría ingerir hasta 30,000 microplásticos. Estas diminutas partículas, que miden entre 1 micrómetro y 5 milímetros, se desprenden principalmente durante los primeros ocho minutos de masticación.
Los chicles sintéticos, fabricados con polímeros derivados del petróleo, y los naturales, elaborados con polímeros de origen vegetal como la savia de los árboles, contienen cantidades similares de microplásticos. Sin embargo, los envoltorios de los chicles no mencionan directamente la presencia de plásticos, limitándose a describirlos como «goma base».
Aunque los efectos de los microplásticos en la salud humana aún no están completamente claros, estudios previos han detectado estas partículas en diversas partes del cuerpo, como pulmones, riñones, sangre y cerebro. Los investigadores advierten que, mientras se obtienen conclusiones más definitivas, sería prudente reducir la exposición a los microplásticos.
Además de los riesgos para la salud, los chicles usados representan una fuente significativa de contaminación ambiental. Cuando se desechan incorrectamente, liberan microplásticos que pueden afectar ecosistemas terrestres y acuáticos.
Sanjay Mohanty, investigador principal del estudio, enfatizó que no se busca alarmar a los consumidores, pero sí generar conciencia sobre esta vía poco explorada de exposición a los microplásticos. Los expertos sugieren optar por chicles que indiquen claramente sus ingredientes y considerar alternativas más sostenibles. ■
