Estados Unidos ►La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) anunció que, antes del año 2027, quedarán prohibidos seis colorantes artificiales utilizados en “snacks” y refrescos. Según el comunicado conjunto de la FDA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos, la medida busca eliminar de la cadena alimentaria aquellos aditivos sintéticos que, pese a dotar de tonos brillantes a productos tan populares como los Flamin Hot Cheetos, las pastillas multicolor Skittles y el refresco verde Mountain Dew Baja Blast, han suscitado serias preocupaciones sobre su impacto en la salud, especialmente en la población infantil.
Entre los colorantes que serán retirados se encuentran el rojo 40, amarillo 5, amarillo 6, azul 1, azul 2 y verde 2. Asimismo, se ha solicitado que las empresas eliminen el uso del colorante rojo 3 antes del 2027. El funcionario a cargo de la iniciativa, el comisionado de la FDA Marty Makary, explicó que estos colorantes sintetizados a partir de derivados del petróleo han estado presentes en el mercado durante décadas y han sido vinculados a efectos adversos, como la hiperactividad infantil y otros riesgos potenciales para la salud.
La decisión de prohibir estos seis aditivos afectará a importantes conglomerados de la industria alimentaria, entre ellos gigantes como PepsiCo, General Mills, Mars y Kellogg, los cuales han incorporado estos colorantes en una amplia variedad de productos destinados a un público joven. La medida forma parte de una estrategia más amplia del gobierno de Estados Unidos para incentivar a la industria a utilizar alternativas naturales, obtenidas a partir de fuentes como la remolacha, la zanahoria y la arena roja, en sustitución de los colorantes sintéticos.
En su declaración, el comisionado Makary afirmó: «Nuestros niños han pasado cincuenta años expuestos a lo que podemos considerar una ‘sopa tóxica’ de productos químicos sintéticos. Es imperativo hacer este cambio para proteger la salud de las futuras generaciones».
La implementación de esta prohibición será gradual, permitiendo a las empresas realizar una transición adecuada. Expertos en salud pública y representantes de grupos de consumidores aplauden la decisión, considerándola un paso decisivo para reducir la exposición a aditivos potencialmente dañinos. Sin embargo, la industria alimentaria ya ha comenzado a expresar inquietud sobre el impacto que estos cambios podrían tener en los costos de producción y en la disponibilidad de productos con las mismas características visuales y de sabor.
Las empresas contarán con un plazo de ajuste en el que deberán retirar los colorantes prohibidos y adaptar sus formulaciones, en un proceso que se espera tenga un impacto significativo en la industria del entretenimiento alimentario durante los próximos años. Las autoridades, por su parte, aseguraron que se realizará un seguimiento riguroso para garantizar el cumplimiento de la medida y la protección de los consumidores. ■