Estados Unidos ► A partir de la medianoche de este martes 14 de octubre entraron en vigor en Estados Unidos los nuevos aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a productos de madera y muebles importados, una medida que impacta directamente a México, uno de los principales exportadores de mobiliario hacia el mercado estadounidense.
De acuerdo con la Casa Blanca, los gravámenes buscan “proteger la industria nacional y reducir la dependencia de importaciones”. La medida establece un arancel del 10% a la madera aserrada y blanda, y del 25% a muebles de madera tapizados, sofás, sillones, gabinetes de cocina y tocadores. El gobierno estadounidense justificó la decisión bajo el argumento de seguridad nacional, en línea con políticas previas aplicadas al acero, aluminio y automóviles.
México, que ocupa el quinto lugar mundial en exportaciones de muebles, se encuentra entre los países más expuestos. La industria mueblera nacional envía más del 80% de su producción al mercado estadounidense, lo que convierte a este nuevo arancel en un golpe sensible para cientos de empresas, particularmente en estados como Jalisco, Nuevo León y Coahuila, donde se concentra buena parte de la manufactura.
Aunque el anuncio generó inquietud en el sector, especialistas consultados por medios económicos señalan que México mantiene ventajas competitivas frente a otros países, como su cercanía geográfica, costos logísticos más bajos y una cadena de proveeduría consolidada. Algunas firmas internacionales incluso han reiterado su apuesta por instalar plantas en territorio mexicano, convencidas de que la demanda en Estados Unidos seguirá siendo alta y que el país puede absorber parte de la producción que antes llegaba desde Asia.
El Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco advirtió, sin embargo, que el impacto inmediato será un encarecimiento de los productos mexicanos en el mercado estadounidense, lo que podría frenar pedidos en el corto plazo. Empresarios del sector han solicitado al gobierno federal abrir un canal de negociación con Washington para mitigar los efectos y, en paralelo, explorar nuevos mercados en Canadá, Europa y América Latina. ■