Ciudad de México ► En el marco del primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, Tabasco se convirtió en el punto de arranque del programa Vivienda para el Bienestar, con la entrega de las primeras 80 casas en el fraccionamiento Pomoca-Bicentenario, municipio de Nacajuca. El acto fue encabezado a distancia por la presidenta, mientras que en el lugar estuvieron el director general del Infonavit, Octavio Romero Oropeza, y el gobernador Javier May Rodríguez.
Romero Oropeza informó que de las 80 viviendas entregadas, 51 fueron adquiridas en apenas tres días, lo que refleja la alta demanda y la confianza en el esquema. Cada casa cuenta con 60 metros cuadrados, dos habitaciones, sala-comedor, cocina, baño completo y patio de servicio, además de todos los servicios básicos. Están ubicadas a unos 10 minutos de la ciudad de Villahermosa. Aunque su valor comercial supera el millón de pesos, el programa las ofrece en un promedio de 600 mil, lo que abre la posibilidad de un patrimonio propio a familias trabajadoras que antes no podían acceder a un crédito hipotecario.
El director del Infonavit adelantó que a partir de este mes se entregarán 120 viviendas cada mes hasta completar las casi tres mil proyectadas en este desarrollo. Además, en octubre se iniciarán entregas en Tamaulipas, Coahuila, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán; en noviembre será el turno de Durango, Guanajuato, Veracruz y Zacatecas, y en 2026 se sumarán más estados.
El gobernador Javier May destacó que la meta para Tabasco es histórica: 90 mil viviendas en seis años, de las cuales 50 mil estarán a cargo del Infonavit, 20 mil de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y otras 20 mil impulsadas directamente por el gobierno estatal. “Es un logro sin precedentes que responde a una deuda social con miles de familias”, afirmó.
Durante el enlace con Palacio Nacional, Sheinbaum subrayó que este programa busca garantizar el derecho a un hogar digno, especialmente para trabajadores que perciben entre uno y dos salarios mínimos. El esquema, además, flexibiliza requisitos: con seis meses de cotización ya es posible acceder a una vivienda, lo que abre la puerta a jóvenes y familias que antes quedaban excluidas.
Las primeras familias beneficiarias compartieron su emoción al recibir las llaves. Una madre de dos hijas relató que pensó que la llamada era una estafa hasta que vio su nuevo hogar: “Hoy mi bebé tendrá un patrimonio seguro”. Otro beneficiario destacó la calidad de las viviendas y la inclusión de áreas verdes y parques, elementos que, dijo, “cambian la vida y cumplen un sueño que parecía imposible”. ■