Estados Unidos ► El Senado de Estados Unidos ratificó recientemente a Ronald Johnson como embajador en México, en una votación ajustada que reflejó las divisiones partidistas en la Cámara Alta. Con 49 votos a favor y 46 en contra, Johnson, exagente de la CIA y coronel retirado del Ejército estadounidense, asumirá uno de los puestos diplomáticos más relevantes para la relación bilateral entre ambos países.
Johnson, quien ya cuenta con experiencia como embajador en El Salvador durante el primer mandato de Donald Trump, llega a México en un momento marcado por tensiones comerciales y desafíos en materia de seguridad. Durante su audiencia de confirmación, Johnson no descartó acciones militares contra los cárteles de la droga, lo que generó reacciones inmediatas por parte de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien rechazó categóricamente cualquier intervención unilateral.
El nuevo embajador, que habla español con fluidez, ha sido descrito como un diplomático pragmático y directo. Su experiencia previa en América Latina y su historial militar lo posicionan como una figura clave para abordar temas sensibles como el tráfico de fentanilo, la migración y la cooperación en seguridad fronteriza.
La ratificación de Johnson también subraya las prioridades de la administración Trump en su relación con México, incluyendo la implementación de aranceles y medidas para reducir la inmigración. La presidenta Sheinbaum ha enfatizado la importancia de mantener un diálogo respetuoso y ha advertido que la soberanía mexicana no está en negociación.
El puesto de embajador en México es considerado uno de los más estratégicos para la diplomacia estadounidense, dado que ambos países comparten la frontera más transitada del mundo y mantienen una relación comercial robusta. Johnson reemplaza a Ken Salazar, quien ocupó el cargo durante la administración de Joe Biden. ■