Veracruz ► En una ceremonia cargada de profundo sentimiento, el féretro blanco que contenía los restos de la cadete América Yamileth Sánchez, fallecida en el accidente del Buque Escuela Cuauhtémoc, arribó a la casa que la vio crecer en Xalapa.
La carroza fúnebre, custodiada por un operativo de más de 20 vehículos oficiales, sorteó de manera ordenada las calles de la capital veracruzana para llegar a la colonia Emiliano Zapata. En ese sector se congregaron cientos de personas, quienes aguardaban en silencio y con expresiones de dolor, portando velas y arreglos florales de tonalidad blanca, símbolo del respeto y la inocencia en esta despedida.

La joven cadete, de 20 años, era ampliamente reconocida por su compromiso con los estudios y su firme inclinación a forjar una vida mejor para ella y su familia. Quienes la conocieron la describen como un ejemplo de entrega y dedicación, atributos que quedaron plasmados en la emotiva acogida que tuvo su féretro en su ciudad natal.
Al llegar el cortejo fúnebre a la residencia familiar, el padre de América Yamileth, Herminio Cosme Sánchez, expresó entre lágrimas y palabras cargadas de orgullo la importancia que su hija tuvo en la vida de quienes la rodearon. “Me la voy a llevar en el corazón, mi hija es un orgullo para todo México, para todo el mundo. Gracias a todos por estar aquí acompañándonos. Estoy muy orgulloso de mi hija América Yamilet, estoy destrozado, pero vamos a salir adelante. Mi hija fue un ejemplo para todos, ella va a ser recordada como se merecía”, declaró con voz encogida por el dolor.
El operativo de seguridad, llevado a cabo con precisión y respeto, permitió que la comunidad celebrara la vida de la cadete en medio del duelo. La tradición veracruzana se hizo presente a través de cada detalle del tributo, reafirmando el arraigo de la cultura y el sentido de pertenencia de una juventud que, aunque truncada, dejó una huella imborrable en su entorno. (Con información de La Jornada) ■