España ► En Madrid se presentó este martes el informe del UNFPA titulado “La verdadera crisis de fecundidad: Alcanzar la libertad reproductiva en un mundo de cambios”, que, por primera vez, aborda la problemática global de la baja fecundidad desde la perspectiva de la libertad reproductiva. El estudio, basado en encuestas a más de 14 mil adultos de 14 países que en conjunto representan más del 37% de la población mundial, revela datos sorprendentes: el 18% de los adultos jóvenes teme no poder tener el número de hijos que desea, cifra que se eleva al 43% entre quienes ya han concluido su etapa reproductiva.
Luis Mora, representante de UNFPA en Colombia, calificó la situación como “inédita” en la historia de la humanidad. A pesar de haber alcanzado un máximo poblacional, el mundo está inmerso en un contexto de baja fecundidad. Según Mora, no se trata de una catástrofe demográfica, sino de una pérdida de capacidad para ejercer plenamente la libertad reproductiva.
El informe desglosa también los contrastes entre aspiraciones y realidades: entre los adultos en edad de procrear, el 11% prevé tener menos hijos de los que desea y un 7% espera superar su meta ideal. En tanto, solo el 38% de los mayores de 50 años afirma haber logrado el número de hijos esperado, mientras que el 31% tuvo menos y el 12% superó esa cifra. De los 10 mil entrevistados que anhelan ser padres, destacan diversas barreras: el 39% señala restricciones económicas, el 21% culpa a la precariedad laboral y el acceso limitado a viviendas se sitúa en el 19%. Otros impedimentos incluyen problemas de salud (24%), incertidumbre sobre el futuro (19%) y, en el 14% de los casos, la falta de una pareja adecuada, especialmente cuando se percibe una escasa corresponsabilidad en la crianza entre los hombres.
El estudio también alerta sobre la vulneración de la autonomía reproductiva. Un 32% de los encuestados ha experimentado embarazos no intencionales, y cerca del 13% ha vivido tanto situaciones de planificación fallida como embarazos imprevistos. Además, el 70% de las mujeres y el 59% de los hombres manifiestan haber sufrido restricciones que limitan su capacidad de decisión en materia reproductiva, y un 33% confiesa haber encontrado dificultades para negarse a las exigencias sexuales de su pareja.
Frente a este panorama, expertos y organizaciones abogan por políticas públicas integrales que fomenten la estabilidad laboral y faciliten el acceso a la vivienda, particularmente para los jóvenes. También se destaca la urgencia de fortalecer la salud sexual y reproductiva, promover medidas de cuidado y corresponsabilidad en la crianza y replantear las políticas migratorias con un enfoque que potencie la libre elección familiar. ■