Chiapas ► La construcción de la presa hidroeléctrica Chicoasén II, ubicada en el río Grijalva, enfrenta una nueva crisis tras la paralización de actividades por parte de los trabajadores. Empleados de la obra decidieron detener los trabajos en protesta por el incumplimiento de acuerdos laborales y la falta de condiciones adecuadas de seguridad y bienestar.
Los trabajadores, representados por líderes sindicales, denunciaron que las empresas contratistas y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no han respetado los términos establecidos en el Contrato Colectivo de Trabajo. Entre las principales quejas se encuentran la falta de aumentos salariales, jornadas laborales excesivas de hasta 12 horas, y la ausencia de equipo de protección adecuado. Además, señalaron irregularidades en el pago de horas extras y descuentos injustificados en sus salarios.
Abraham López Cervantes, representante de los trabajadores, destacó que también se han registrado amenazas hacia los empleados que exigen sus derechos, lo que ha generado un clima de tensión en la obra. Los obreros demandan la destitución de los representantes sindicales actuales, a quienes acusan de no defender sus intereses, y exigen la reinstalación de personal despedido injustamente.
La paralización de actividades no solo afecta el avance de la construcción, sino que también pone en evidencia los conflictos laborales que han marcado este proyecto desde sus inicios. La obra, que busca ampliar la capacidad energética de la región, ha enfrentado múltiples retrasos debido a disputas entre trabajadores, contratistas y comunidades locales.
Las autoridades estatales y federales aún no han emitido un comunicado oficial sobre la situación, pero se espera que en los próximos días se convoque a una mesa de diálogo para buscar soluciones. Mientras tanto, los trabajadores han dejado claro que no retomarán sus labores hasta que se cumplan sus demandas. ■