Noruega ► En una ceremonia cargada de simbolismo y tensión política, Ana Corina Sosa, hija de la líder opositora venezolana María Corina Machado, aceptó el Premio Nobel de la Paz en nombre de su madre, quien no pudo asistir por motivos de seguridad. Machado, de 58 años, se encuentra en la clandestinidad desde enero, cuando fue detenida brevemente durante una protesta en Caracas, y desde entonces su paradero ha estado marcado por la persecución del régimen de Nicolás Maduro.
El presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, reconoció públicamente los esfuerzos de Machado por llegar a Oslo pese al “peligro extremo” que implicaba su viaje. “Estamos profundamente felices de confirmar que está a salvo y que estará con nosotros aquí en Oslo”, declaró ante los aplausos de los asistentes.
En un mensaje de audio difundido por el Instituto Nobel, Machado agradeció a quienes arriesgaron sus vidas para ayudarla a salir de Venezuela y subrayó que el reconocimiento pertenece a todos los venezolanos. “Este es un premio para el pueblo de Venezuela, para quienes mantienen viva la esperanza de una transición democrática”, expresó. Añadió que espera reencontrarse pronto con su familia y con los cientos de compatriotas que viajaron a Noruega para acompañar la ceremonia.
La ausencia de Machado en el acto fue suplida por la presencia de líderes latinoamericanos que acudieron en señal de respaldo, entre ellos el presidente argentino Javier Milei, el ecuatoriano Daniel Noboa, el panameño José Raúl Mulino y el paraguayo Santiago Peña. La entrega del Nobel se convirtió así en un espacio de solidaridad regional y en un recordatorio de la crisis política que atraviesa Venezuela. ■



