Ciudad de México ► La canícula 2025 ya se perfila como uno de los eventos climáticos más intensos del verano mexicano. Según el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y diversos pronósticos meteorológicos, este fenómeno se extenderá aproximadamente desde el 3 de julio hasta el 11 de agosto, abarcando unos 40 días de calor extremo. Durante este periodo, las temperaturas podrán sobrepasar los 42 °C e incluso alcanzar los 45 °C en varios estados, generando serias preocupaciones por el impacto en la salud, la producción agrícola y el suministro de agua.
El término “canícula” proviene del latín canícula, diminutivo de canis (perro), y guarda un vínculo astronómico con la constelación del Can Mayor y su estrella más brillante, Sirio, también conocida como “La Abrasadora”. En la antigüedad, la aparición de Sirio en el firmamento coincidía con los días más calurosos del año, lo que dio origen a este término, hoy empleado para describir la etapa de sequía temporal y calor extremo que se presenta en pleno verano, a pesar de la temporada de lluvias. Este fenómeno afecta principalmente a 17 estados del territorio mexicano, abarcando regiones del norte, centro y sureste del país.
Expertos en climatología señalan que el incremento en la duración e intensidad de la canícula se debe, en parte, a los efectos del cambio climático. La alteración en los patrones de lluvia, junto con el aumento global de las temperaturas, ha intensificado este fenómeno en los últimos años. Las condiciones climáticas extremas previstas para este 2025 implican un riesgo elevado para la salud —con casos aumentados de golpes de calor, deshidratación y problemas cardiovasculares—, así como un impacto negativo en la agricultura, al afectar cultivos básicos y reducir la disponibilidad de agua para riego y consumo humano.
Ante este inminente escenario, las autoridades recomiendan a la población tomar medidas preventivas: mantenerse hidratados permanentemente, evitar la exposición directa al sol entre las 11:00 y las 16:00 horas, utilizar ropa ligera y protectores solares, y prestar especial atención a los grupos más vulnerables como niños, adultos mayores y personas con condiciones médicas preexistentes. Asimismo, se insta a los productores agrícolas a implementar estrategias de riego y manejo de cultivos que ayuden a mitigar los efectos de la sequía temporal y las altas temperaturas. Las instituciones de salud y protección civil se encuentran en alerta para atender cualquier emergencia derivada de este fenómeno. ■