Colombia ► Este jueves, dos atentados coordinados sacudieron a Colombia: el derribo de un helicóptero policial en Antioquia y la explosión de un vehículo cargado con explosivos en Cali. Las autoridades atribuyen ambos hechos a disidencias de la extinta guerrilla de las FARC y al ‘Clan del Golfo’, en medio de operativos contra cultivos de coca.
En Antioquia, un dron atacó al mediodía un helicóptero Black Hawk de la Policía Nacional en la zona rural de Amalfi. La aeronave transportaba personal en labores de erradicación manual de hoja de coca. El presidente Gustavo Petro confirmó en un mensaje en X que ocho uniformados fallecieron y ocho resultaron heridos. El gobernador Andrés Julián Rendón atribuyó el ataque al frente 36 del Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las FARC.
Horas después, cerca de las 14:50, estalló un automóvil bomba frente a la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, al norte de Cali. La Alcaldía local reportó cinco civiles muertos y 36 heridos; la Fuerza Aeroespacial Colombiana elevó la cifra a seis fallecidos y al menos 42 heridos, tras confirmar que se trató de un carro bomba detonado en la vía pública.
Gustavo Petro vinculó la explosión en Cali a represalias de la “columna Carlos Patiño” de las disidencias de las FARC por los operativos en el Cañón del Micay. Asimismo, pidió “al mundo” considerar a la llamada “junta del narcotráfico” —un ente que señalaría a varias facciones ilegales— como organización terrorista.
Frente a la escalada violenta, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció despliegues adicionales de tropas y aviones de ataque para reforzar la seguridad en las zonas rurales. La Fiscalía General de la Nación y las autoridades militares mantienen abiertas investigaciones para esclarecer responsables y modalidades de ambos atentados. ■
