Estados Unidos ►Desde enero de 2025, Estados Unidos ha avanzado de manera decidida en su intención de llevar a Ismael “El Mayo” Zambada, exlíder del Cártel de Sinaloa, a responder ante cargos que podrían derivar en la aplicación de la pena de muerte. En su última comparecencia, la fiscalía presentó 17 cargos—entre ellos, conspiración para asesinato, tráfico internacional de drogas (incluido el fentanilo), pertenencia a una organización criminal y posesión de armas—estableciendo un expediente que, en caso de condena, impondría la máxima sanción penal.
Sin embargo, en un giro procesal, la defensa de “El Mayo” presentó un nuevo documento que solicita posponer la audiencia de control originalmente pautada para el 16 de junio de 2025. Con este recurso se busca ganar un lapso aproximado de 60 días para explorar un posible acuerdo que evite la condena capital. Según declaró el abogado Frank Pérez a Reuters el pasado 24 de febrero de 2025, el narcotraficante estaría dispuesto a declararse culpable siempre que se le garantice la exclusión de la pena de muerte, lo que podría marcar un precedente en casos de alto perfil como este.
El antecedente del caso se remonta al 25 de julio de 2024, cuando agentes de la DEA interceptaron a Zambada en un aeródromo de Nuevo México, en un operativo conjunto que también facilitó la captura de Joaquín Guzmán López, hijo del notorio “El Chapo” Guzmán. La detención subrayó la magnitud de la operación contra uno de los históricos líderes del narcotráfico mexicano, cuya implicación directa en el tráfico de fentanilo ha intensificado la presión del sistema judicial estadounidense para imponer la pena máxima.
En el nuevo documento presentado ante el juez Brian Cogan de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, se indica:
«El gobierno solicita respetuosamente que se reprograme la audiencia de control prevista para el 16 de junio de 2025, aplazándola aproximadamente 60 días o hasta una fecha que el tribunal considere oportuna». ■