Francia ► La figura de Ali Akbar, de 73 años, encarna la resistencia de un oficio casi desaparecido: vocear periódicos en las calles de París. Inmigrante paquistaní que llegó a principios de los años setenta, continuará su ruta diaria por cafés, librerías y terrazas de Saint-Germain-des-Prés hasta que su salud se lo permita. En septiembre recibirá la Orden Nacional del Mérito de manos del presidente Emmanuel Macron, su antiguo cliente en la vecina SciencesPo.
Un oficio en vías de extinción
- Comenzó vendiendo diarios tras años trabajando en hostelería y viviendo en la calle, buscando sostén para su familia en Pakistán.
- Reparte cada día entre 50 y 60 ejemplares, principalmente de Le Monde, el favorito de la clientela intelectual y bohemia del Barrio Latino.
- Sus ingresos rondan los 50 euros diarios, cifra que apenas cubre el alto costo de vivir en París.
- Muchos compradores adquieren el impreso “más por cariño que por las noticias”, reconoce Akbar.
El homenaje de Macron en el Palacio del Elíseo simboliza el valor social y cultural de un oficio arrinconado por la digitalización y los cambios en los hábitos informativos. Akbar atesora recuerdos de figuras como el ex primer ministro Michel Barnier, a quien vendió el primer ejemplar de un día de trabajo reciente. Para él, la medalla no solo premia su trayectoria personal, sino que rinde tributo a “todos los que fuimos parte de esta historia”.
A pocas semanas de recibir la condecoración, Ali reafirma su compromiso: “Seguiré mientras tenga fuerzas”. Su presencia cotidiana, gritando titulares matinales, sostiene un lazo humano con su barrio y sus clientes, testimonio vivo de una forma de sociabilidad urbana que agoniza. ■