Estados Unidos ► En medio de una creciente guerra verbal en el espectro político estadounidense, el ultraderechista Steve Bannon —uno de los principales aliados de Donald Trump— ha pedido al mandatario iniciar una investigación formal sobre el estatus migratorio del magnate Elon Musk, a quien acusa de ser un «migrante irregular» que debería ser deportado de forma inmediata. En declaraciones recogidas por diversos medios, Bannon afirmó: “Deberían iniciar una investigación formal sobre su estatus migratorio, porque creo firmemente que es un migrante irregular y que debería ser deportado del país de inmediato”.
Este llamamiento se produce en el marco de una disputa cada vez más aguda entre Trump y Musk, quienes han roto recientemente la alianza que hasta hace poco parecía sólida, en medio de un intercambio de acusaciones y amenazas políticas.
Además de denunciar el supuesto estatus migratorio irregular del empresario, Bannon instó a Trump a dar un paso drástico en el ámbito empresarial: solicitar la confiscación de SpaceX. El exasesor, quien militó durante el primer mandato de Trump (2017-2021), declaró en su pódcast War Room: “Cuando Musk amenaza con retirar uno de los grandes programas (espaciales) de SpaceX, lo que Trump debería hacer de inmediato es firmar una orden ejecutiva que exija que se aplique la Ley de Producción de Defensa a SpaceX y se confisque SpaceX”.
Estas declaraciones surgen en un contexto en el que la relación entre el exmandatario y el magnate se ha deteriorado notablemente. Tras las críticas de Musk al plan fiscal y presupuestario impulsado por Trump —actualmente en tramitación en el Senado tras su aprobación por la Cámara Baja— el expresidente amenazó con cortar los contratos gubernamentales con empresas vinculadas a Musk. En respuesta, el magnate, conocido por ostentar múltiples nacionalidades (sudafricana, canadiense y estadounidense), advirtió de “desmantelar” las cápsulas Dragon, esenciales para enviar suministros y astronautas a la Estación Espacial Internacional.
La confrontación se intensificó en plataformas digitales, donde Musk no tardó en replicar desde X (anteriormente Twitter), tildando a Bannon de “comunista retrasado”. Este intercambio ha encendido las redes sociales y ha polarizado la opinión tanto de seguidores del expresidente como de admiradores del empresario, quienes debaten acaloradamente los méritos de cada postura.
Analistas políticos y expertos en seguridad nacional observan que estos enfrentamientos no solo reflejan tensiones personales, sino que evidencian una división profunda en el actual panorama conservador estadounidense. Por un lado, la insistencia de Bannon en abordar lo que él describe como una “irregularidad migratoria” de Musk se inscribe en una línea populista que busca cuestionar la integridad de figuras del poder económico. Por otro, la reacción de Trump—con amenazas de sanciones económicas y la reconfiguración de alianzas estratégicas—marca un distanciamiento que podría tener importantes repercusiones en áreas clave como la exploración espacial y la industria tecnológica.
La polémica se enmarca asimismo en el contexto de una reconfiguración de poder dentro del espectro conservador, donde viejas alianzas están dando paso a enfrentamientos abiertos. ■
