Ciudad de México ► Emilio Carballido Fentanes (1925-2008), nacido un 22 de mayo en Córdoba, Veracruz, es una figura emblemática de la dramaturgia mexicana. Durante su infancia, vivió en la Ciudad de México, en barrios tradicionales como La Lagunilla y Santo Domingo, lo que influyó en su visión sensible del tejido social y cultural del país. Inicialmente, ingresó a la carrera de Derecho en la UNAM, pero pronto descubrió su pasión por las letras y el arte dramático, por lo que decidió cambiar a la Facultad de Filosofía y Letras, donde obtuvo el grado de maestro en Letras con especialización en arte teatral y literatura inglesa. En 1950 fue beneficiario de una beca del Instituto Rockefeller, lo que le permitió profundizar en el estudio del arte y consolidar los fundamentos que luego serían clave en su obra.
Con apenas 25 años, Carballido revolucionó el panorama teatral mexicano con el estreno de Rosalba y los llaveros en el Palacio de Bellas Artes. Esta obra marcó un antes y un después en la dramaturgia al alejarse de la retórica refinada de generaciones previas, abriendo paso a relatos que reflejaban la cotidianidad y la idiosincrasia del México urbano y popular. A lo largo de su prolífica carrera, escribió más de 200 obras de teatro; entre ellas se destacan Un pequeño día de ira (1961), ¡Silencio, pollos pelones, ya les van a echar su maíz! (1963), Te juro, Juana, que tengo ganas (1965), Yo también hablo de la rosa (1965) y Rosa de dos aromas (1986). Su legado no se limita únicamente a la escritura escénica: también incursionó en la narrativa, el cuento infantil, el libreto de óperas y la creación de guiones cinematográficos, colaborando en hasta 40 películas, entre los que se incluyen clásicos como Macario y Nazarín.
Además de su faceta como autor, Carballido se consagró como un gran maestro y formador de generaciones. Su influencia trascendió el escenario nacional, impartiendo clases en instituciones de renombre, como el Instituto Nacional de Bellas Artes, y ejerciendo el rol de académico en el extranjero, en universidades como Rutgers y UCLA. Fundador y director de la influyente revista Tramoya, así como asesor literario para el Ballet Nacional de México, Carballido sembró en sus alumnos no solo técnicas dramáticas, sino también el compromiso de comprender y retratar la complejidad de la realidad social a través del arte.
Su obra, traducida a múltiples idiomas y reconocida tanto a nivel nacional como internacional, le valió numerosos galardones. Entre sus distinciones se encuentran el Premio Casa de las Américas (1962) por Un pequeño día de ira, el Premio Ollantay (1983) por su labor con Tramoya, el título de doctor honoris causa otorgado por la Universidad Veracruzana (1992), el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura (1996) y el Ariel de Oro (2002) por su destacada trayectoria cinematográfica. Su incorporación a la Academia Mexicana de las Artes reafirma la trascendencia de un legado que sigue inspirando a profesionales, artistas y espectadores.
Para celebrar su legado, se ha organizado un extenso programa cultural que incluye teatro, literatura y cine, tanto en México como en el extranjero. Las actividades se llevarán a cabo a lo largo de todo el año, comenzando el 22 de mayo y extendiéndose hasta el mismo mes de 2026. ■