Corea del Sur ► Corea del Sur se posiciona a la vanguardia de la automatización en el comercio minorista, adoptando de manera creciente el modelo de «tiendas sin empleados». Estos establecimientos, que funcionan sin personal de forma permanente, permiten a los clientes seleccionar y pagar por los productos a través de kioscos automatizados, basándose en gran medida en la honestidad de los usuarios y en sistemas de pago digital. Esta tendencia se ha observado en diversos sectores, desde heladerías y tiendas de snacks hasta locales de papelería, comida para mascotas e incluso bares.
El cambio hacia las tiendas sin empleados responde a una combinación de factores económicos y demográficos. El aumento sostenido del salario mínimo, que ha llevado a que los costos laborales se eleven considerablemente, y la marcada disminución en la tasa de natalidad han impulsado a los propietarios de negocios a buscar alternativas tecnológicas para reducir gastos. Con la tasa de fertilidad de Corea del Sur registrándose como la más baja del mundo —alrededor de 0,72 a 0,75 hijos por mujer—, la disponibilidad de mano de obra se ha visto mermada, incentivando la automatización y el uso de soluciones robóticas que, aunque requieren una inversión inicial mayor, resultan en un ahorro a largo plazo.
La implementación de estos sistemas automatizados fue acelerada en parte por la pandemia de COVID-19, que obligó a las empresas a minimizar el contacto físico y a adaptarse a las normas de distanciamiento social. En este contexto, establecimientos que operan sin empleados han demostrado ser especialmente eficientes, ya que, al eliminar la necesidad de personal, permiten la operación continua durante las 24 horas del día. Además, algunos negocios han redirigido sus recursos a otras áreas; por ejemplo, dueños de bares han optado por el concepto de “tiendas sin empleados” para su local, lo que les permite concentrarse en la gestión de otros emprendimientos y obtener ganancias adicionales sin la carga de salarios elevados.
Expertos en economía y tecnología destacan que esta transformación no solo optimiza los costos operativos, sino que también plantea nuevos desafíos para el mercado laboral. Aunque el modelo demuestra ser una estratégica respuesta a problemas estructurales como el encarecimiento de la mano de obra, también genera debates sobre el futuro del empleo y la necesidad de adaptar la fuerza de trabajo a un entorno cada vez más digital y automatizado. ■