Ciudad de México ► En los últimos años, el marketing digital ha impulsado una cultura de consumo masivo, donde los influencers promueven constantemente la compra de productos de moda, belleza y tecnología. Sin embargo, un nuevo movimiento ha surgido en redes sociales, conocido como «desinfluencer», que busca cambiar esta dinámica.
El movimiento «desinfluencer» se centra en cuestionar la necesidad de comprar todo lo que las plataformas promocionan y promueve un consumo más consciente. En lugar de incentivar la adquisición de artículos, los «desinfluencers» animan a sus seguidores a reflexionar antes de comprar y a considerar si realmente necesitan un producto o si la publicidad los ha convencido de que lo necesitan.
Este movimiento comenzó como una crítica aislada en redes sociales, pero rápidamente se convirtió en un fenómeno global. En TikTok, el hashtag #deinfluencing ha acumulado más de mil millones de visitas, reflejando el crecimiento de esta tendencia. Figuras clave como Diana Wiebe, una influencer de Ohio conocida como @DepressionDotGov, han adoptado este enfoque, compartiendo sus experiencias y animando a sus seguidores a cuestionar sus hábitos de consumo.
El movimiento «desinfluencer» ha tenido un impacto significativo en la forma en que las personas piensan sobre sus compras. En lugar de seguir ciclos de compra acelerados impulsados por influencers, los seguidores del movimiento promueven un consumo más deliberado y responsable. Esto incluye invertir en piezas atemporales y permitir que la ropa y otros productos envejezcan de manera natural.
Aunque el movimiento «desinfluencer» ha ganado popularidad, enfrenta desafíos, especialmente en una industria del marketing de influencers que sigue creciendo. Sin embargo, muchos creen que este cambio en la mentalidad de los consumidores es un paso positivo hacia un futuro más sostenible y consciente. ■