Ciudad de México ► Un reciente artículo de EFE sobre España ha puesto de relieve una realidad global: la mayoría de los científicos citados en los medios de comunicación son hombres. Esta desigualdad de género en la ciencia es un problema persistente que afecta a nivel mundial.
Y es que las mujeres expertas tienen escasa presencia en los medios (tradicionales y digitales), pese a que esa baja visibilidad les penalice con una imagen social sesgada y estereotipada; mientras que la mayor participación de los hombres les acarrea beneficios futuros como aumentar las posibilidades de volver a ser consultados para otro temas.
Según datos de la UNESCO, las mujeres representan aproximadamente el 33% de los investigadores a nivel mundial, pero solo el 16% de los miembros de la academia científica. Esta subrepresentación no solo limita la participación plena de las mujeres en la ciencia, sino que también afecta el potencial de descubrimiento e innovación científicos.
El Consejo Internacional de Ciencia (ISC) y otras organizaciones están trabajando para cerrar esta brecha mediante la implementación de políticas basadas en evidencia y la promoción de prácticas de trabajo que destierren los roles y normas de género desiguales. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para lograr una verdadera igualdad de género en el ámbito científico. ■