Francia ► El número de países que prohíben el uso de teléfonos celulares en las escuelas ha aumentado significativamente, y los estudios realizados en Bélgica, España y el Reino Unido indican que esta medida está dando resultados positivos. La Unesco presentó estos hallazgos ayer, con motivo del Día Internacional de la Educación.
A finales de 2023, 60 sistemas educativos aplicaban restricciones al uso de teléfonos en las escuelas. Sin embargo, a comienzos de enero de 2025, esta cifra ha aumentado a 79 países. Estos datos se encuentran en una actualización especial del Informe GEM (Global Education Monitoring Report), elaborado por la Unesco para monitorear el progreso en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Unesco destacó que los estudiantes deben aprender a manejar los riesgos y oportunidades que conlleva la tecnología, en lugar de estar completamente protegidos de ellos. La organización subrayó la importancia de orientar mejor sobre qué tecnología está permitida en las escuelas y cómo debe usarse de manera responsable. Solo debe permitirse la tecnología que tenga una función clara de apoyo al aprendizaje.
Con 79 países implementando restricciones, alrededor del 40% de los sistemas educativos adheridos al Informe GEM han adoptado estas medidas, en comparación con el 30% a finales de 2023. Además, algunos países y regiones han optado por endurecer las medidas existentes. Por ejemplo, en Francia se ha sugerido extender la «pausa digital» a más cursos, mientras que en China, ciudades como Zhengzhou ahora requieren el consentimiento por escrito de los padres para el uso de teléfonos con fines pedagógicos.
En contraste, algunos países han flexibilizado las medidas. Arabia Saudí, por ejemplo, ha revertido sus prohibiciones debido a la oposición de grupos de defensa de los discapacitados, permitiendo el uso de teléfonos con propósitos médicos.
En algunos países, las restricciones varían según las especificidades regionales. En España, solo tres de las 17 regiones (País Vasco, La Rioja y Navarra) han implementado prohibiciones.
Los estudios realizados en Bélgica, España y el Reino Unido, citados en el informe GEM, demuestran que la retirada de los teléfonos inteligentes de las escuelas mejora los resultados de aprendizaje, especialmente entre los alumnos con peores calificaciones. Además, se ha demostrado que esta medida es beneficiosa para combatir el acoso escolar y mejorar la concentración y la autoestima, especialmente entre las niñas. ■
