Estados Unidos ► Donald Trump ofreció este miércoles un mensaje televisado desde la Casa Blanca en el que combinó ataques a la inmigración irregular y a la administración de Joe Biden con la exaltación de lo que calificó como los mayores avances de su gobierno en apenas once meses. El mandatario aseguró que Estados Unidos ha pasado “de lo peor a lo mejor” gracias a sus políticas de deportación y a la aplicación de aranceles, que, dijo, han impulsado un repunte económico sin precedentes.
En un tono triunfalista, Trump anunció que 1 millón 450 mil miembros de las Fuerzas Armadas recibirán un bono especial de 1,776 dólares, cifra simbólica que remite al año de la independencia estadounidense. El presidente lo llamó “dividendo del guerrero” y afirmó que los cheques ya están en camino, financiados en parte con ingresos derivados de los aranceles. “Nadie lo merece más que nuestros militares”, expresó, al tiempo que presumió que el país registra un número récord de alistamientos tras lo que describió como “una de las peores cifras de reclutamiento” durante el último año de Biden.
El discurso también estuvo marcado por acusaciones sin pruebas sobre la supuesta clausura total de la frontera sur con México y la ausencia de ingresos de inmigrantes irregulares en los últimos siete meses. Trump contrastó su política migratoria con la de su antecesor, a quien acusó de haber “inundado” ciudades con indocumentados y liberado delincuentes violentos. En un pasaje polémico, arremetió contra la comunidad somalí en Minnesota, a la que responsabilizó de “apoderarse de la economía del estado” y de “robar miles de millones de dólares”, declaraciones que han sido ampliamente cuestionadas por carecer de sustento.
En materia económica, el presidente sostuvo que los salarios crecen más rápido que la inflación y que los precios de bienes y servicios han disminuido, citando ejemplos como una reducción del 22 % en automóviles y gasolina a 2.50 dólares por galón. Atribuyó estos resultados a su política arancelaria, que, según él, ha incentivado el regreso de empresas a territorio estadounidense. “Estamos preparados para un auge económico como el mundo nunca ha visto”, afirmó, adelantando que la próxima primavera será “la temporada de reembolsos de impuestos más grande de todos los tiempos”.
El mensaje, transmitido en vísperas de las fiestas decembrinas, buscó consolidar la narrativa de un primer año de gestión marcado por cambios “nunca vistos” en Washington. ■


