Estados Unidos ► La mañana de este jueves comenzaron a colocarse nuevas boyas en el Río Bravo, en el sector frente a Matamoros y hacia la desembocadura con el Golfo de México, como parte de una barrera acuática que autoridades estadounidenses montaron sin notificar al gobierno mexicano, según testimonios locales y coberturas periodísticas en la zona fronteriza.
De acuerdo con reportes difundidos en vivo y crónicas desde el lugar, dos grupos en embarcaciones iniciaron la instalación pasada las 10:00 horas, empleando dispositivos distintos a los utilizados en 2023. La operación se atribuye a un despliegue de infraestructura que forma parte de un proyecto de 27 kilómetros del llamado “muro inteligente”, que incorporaría sensores y cámaras para reforzar la vigilancia en cruces irregulares por el río.
Medios regionales señalan que las boyas se colocaron desde embarcaciones oficiales y que la barrera flotante está diseñada para dificultar el paso por el cauce, una estrategia que ya ha generado controversia en otros puntos de la frontera por su impacto en la navegación y por las consecuencias humanitarias para personas migrantes que intentan cruzar el afluente.
El contexto reciente muestra que el uso de barreras acuáticas se expande en el corredor fronterizo: en Eagle Pass, Texas, autoridades locales han planteado ampliar la instalación de boyas a lo largo de más de 100 kilómetros, ante advertencias de especialistas sobre posibles daños geomorfológicos y desvíos del cauce hacia el lado mexicano, lo que elevaría los riesgos ambientales y operativos en el río. ■



