Chiapas ► La violencia feminicida volvió a golpear a la región Selva Lacandona con el asesinato de Yerli Yaritza, estudiante de 18 años y miembro del colectivo Madres Buscadoras de Chiapas. Su cuerpo fue localizado el sábado 22 de noviembre en su domicilio del barrio Guadalupe Pashilá, con signos de violencia física y sexual y una agujeta alrededor del cuello. La Fiscalía General del Estado confirmó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento, uno de los indicadores más claros de feminicidio.
El hallazgo movilizó a la Policía Municipal y a peritos de la Dirección General de Servicios Periciales, quienes levantaron evidencias y trasladaron el cuerpo al Semefo. La investigación derivó en la detención de Brayan Alexis “N”, pareja sentimental de la víctima, identificado mediante cámaras de videovigilancia que lo situaron en la escena del crimen. La Fiscalía contra Feminicidio y la Fiscalía de Distrito Selva asumieron el caso y adelantaron que solicitarán la pena máxima por el delito.
La historia de Yerli estaba marcada por la violencia. Originaria de Tila, huyó en 2024 tras la desaparición de su padre, Richard Hamilton Pérez, privado de la libertad por hombres armados vinculados al servicio irregular de taxis. En Ocosingo, combinaba sus estudios de Enfermería y Obstetricia en la Universidad para el Bienestar Benito Juárez con las búsquedas del colectivo de Madres Buscadoras. Sus compañeras la recuerdan como una joven solidaria y comprometida con encontrar a su padre y apoyar a otras familias. El crimen ha generado indignación social y protestas de colectivos feministas y universitarios, que exigen justicia y mayor protección para las mujeres en Chiapas. ■
