Estados Unidos ► La parálisis administrativa provocada por el cierre del gobierno federal en Estados Unidos ha derivado en una crisis aérea sin precedentes recientes. De acuerdo con reportes oficiales de la Administración Federal de Aviación (FAA) y datos difundidos por portales especializados en transporte, más de mil 700 vuelos fueron cancelados en las últimas 48 horas, mientras que miles más registraron retrasos significativos en aeropuertos clave como Atlanta, Chicago, Dallas y Nueva York.
La situación se originó por la falta de personal en las torres de control aéreo, ya que gran parte de los controladores se encuentran sin salario y bajo esquemas de licencia forzada debido a la suspensión de operaciones gubernamentales. En redes sociales verificadas, asociaciones de pilotos y sindicatos de trabajadores de la aviación han advertido que la presión sobre el personal activo es insostenible y que la seguridad operacional podría verse comprometida si la crisis se prolonga.
El Departamento de Transporte reconoció que la interrupción de servicios esenciales está afectando directamente la movilidad de millones de pasajeros y el transporte de mercancías. En declaraciones difundidas por medios nacionales, voceros de la FAA señalaron que se han implementado medidas de emergencia para redistribuir vuelos y priorizar operaciones de carácter humanitario, aunque admitieron que la capacidad de respuesta es limitada.
Las aerolíneas, por su parte, han expresado preocupación por el impacto económico que representa la cancelación masiva de vuelos. American Airlines y Delta informaron que trabajan en planes de contingencia para reubicar pasajeros, pero advirtieron que la falta de coordinación con las torres de control complica cualquier estrategia de recuperación. En redes sociales, usuarios afectados compartieron imágenes de largas filas en aeropuertos y testimonios de viajes interrumpidos, lo que ha intensificado la presión pública sobre el Congreso y la Casa Blanca para resolver el cierre gubernamental.
Expertos en política y transporte consultados por medios especializados subrayan que la crisis aérea refleja la vulnerabilidad de los servicios estratégicos frente a disputas presupuestales. Señalan que, aunque los cierres de gobierno en Estados Unidos han sido recurrentes en las últimas décadas, pocas veces se había registrado un impacto tan inmediato en la seguridad y movilidad aérea.
La Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo reiteró que el personal está comprometido con mantener la seguridad de los pasajeros, pero insistió en que la falta de recursos y la incertidumbre laboral generan un escenario insostenible. En tanto, legisladores de ambos partidos han intercambiado acusaciones sobre la responsabilidad del cierre, mientras crece la presión social para alcanzar un acuerdo que permita reactivar los servicios federales. ■


