Ciudad del Vaticano ► El Vaticano puso fin a una de las discusiones más prolongadas en la teología católica al declarar que la Virgen María no puede ser considerada “corredentora” ni “mediadora” en la obra de la salvación. El Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó este martes el documento Mater Populi Fidelis, presentado por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, en el que se subraya que la única mediación salvífica corresponde a Jesucristo y que atribuir a María un papel redentor paralelo “oscurece la centralidad de Cristo y genera confusión en la fe”.
El texto, aprobado por el papa León XIV, reconoce la importancia de María como madre de Dios y como figura espiritual que acompaña a los creyentes, pero precisa que su cooperación en la historia de la salvación debe entenderse de manera subordinada. “En sentido estricto, no podemos hablar de otra mediación en la gracia que no sea la del Hijo de Dios encarnado”, señala el documento, que también aclara que María no concede gracias, sino que con su protección maternal ayuda a los fieles a disponerse a recibirlas.
La decisión cierra un debate que se intensificó desde los años noventa, cuando sectores de la Iglesia, entre ellos el cardenal mexicano Juan Sandoval Íñiguez, impulsaron la proclamación de un nuevo dogma mariano con el respaldo de millones de firmas de fieles. Aunque santos como Padre Pío, Madre Teresa de Calcuta o Maximiliano Kolbe usaron el término “corredentora”, la Santa Sede ya había mostrado reservas en congresos mariológicos y en declaraciones de pontífices recientes.
Con Mater Populi Fidelis, el Vaticano reafirma que los dogmas marianos siguen siendo cuatro —Inmaculada Concepción, Virginidad perpetua, Maternidad divina y Asunción— y que no habrá una nueva definición dogmática en torno a la corredención. ■



