Colombia ► La muerte de María José Ardila, una joven de 23 años que ingresó a una clínica de Cali con un coma alcohólico tras participar en un reto de consumo de licor en una discoteca, ha conmocionado a Colombia y encendido un debate sobre los peligros de los desafíos virales. Ardila, madre de un bebé de 10 meses, había acudido el pasado 25 de octubre a celebrar su cumpleaños cuando aceptó un concurso que ofrecía un premio en efectivo a cambio de ingerir varias rondas de bebidas en pocos minutos. Según medios locales, la dinámica incluía seis tragos en menos de diez minutos, lo que provocó que colapsara y fuera trasladada de urgencia a un hospital.
Durante cinco días permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos, hasta que el 30 de octubre los médicos confirmaron que su estado era irreversible y fue desconectada del soporte vital, hecho que su familia comunicó públicamente. El caso ha generado indignación y cuestionamientos sobre la responsabilidad de los establecimientos nocturnos que promueven este tipo de dinámicas, así como sobre la falta de regulación frente a prácticas que ponen en riesgo la vida de los jóvenes. Autoridades locales y expertos en salud han advertido que una intoxicación etílica severa puede ser mortal en cuestión de minutos y han llamado a reforzar campañas de prevención.
La tragedia de Ardila se ha viralizado en redes sociales, donde miles de usuarios han expresado solidaridad con su familia y exigido sanciones para los organizadores del evento. El caso también ha reavivado la discusión sobre la presión social y la exposición de los jóvenes a retos que circulan en plataformas digitales y que, en busca de notoriedad o recompensas, pueden derivar en consecuencias fatales. Mientras la Fiscalía avanza en la investigación para determinar responsabilidades, la historia de María José se ha convertido en un símbolo de alerta sobre los riesgos del consumo desmedido de alcohol y la necesidad de mayor control en espacios de entretenimiento nocturno. ■


