Ciudad de México ► La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó de manera tajante la decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos de revocar la aprobación de 13 rutas de aerolíneas mexicanas hacia ese país y suspender los vuelos combinados de pasajeros y carga desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Durante su conferencia matutina, la mandataria informó que instruyó al canciller Juan Ramón de la Fuente a solicitar una reunión con el secretario de Estado, Marco Rubio, y con el titular de Transporte, Sean Duffy, para revisar lo que calificó como medidas “unilaterales” que podrían afectar al sistema aéreo mexicano. La propuesta es que el encuentro se realice en territorio estadounidense.
La orden de Washington impacta directamente a Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, además de congelar el crecimiento de los servicios de carga en la panza de los aviones —conocidos como belly cargo— entre Estados Unidos y el Aeropuerto Internacional Benito Juárez. Sheinbaum recordó que la reubicación de vuelos al AIFA respondió a criterios de seguridad y protección civil, no a decisiones arbitrarias, y subrayó que “todas las empresas, incluidas las estadounidenses, están muy contentas” con sus operaciones en México. “No estamos de acuerdo con esta decisión. México no es piñata de nadie, a México se le respeta”, enfatizó.
El Departamento de Transporte estadounidense, por su parte, argumentó que México “canceló y congeló ilegalmente vuelos de transportistas estadounidenses durante tres años sin consecuencias” y advirtió que el incumplimiento continuado podría afectar los planes de viaje de sus ciudadanos. La medida se produce tras meses de quejas sobre la reasignación de slots en el AICM y el AIFA, que según Washington han favorecido a aerolíneas locales en detrimento de la competencia. Aunque los vuelos actualmente en operación seguirán funcionando, los planes de expansión de las aerolíneas mexicanas hacia Estados Unidos quedan en suspenso mientras avanzan las negociaciones bilaterales. ■
