Guerrero ► La muerte de Stephany Carmona Rojas, agente de la Guardia Nacional originaria de Ajalpan, Puebla, ha desatado indignación nacional tras confirmarse que fue asesinada dentro de las instalaciones del 51º Batallón en Acapulco. De acuerdo con los primeros peritajes, la joven de 19 años recibió dos disparos en la cabeza la noche del martes. El presunto responsable, identificado como el sargento segundo Yair Manuel Ramírez de la Cruz, se dio a la fuga sin que el personal de seguridad del cuartel lo detuviera.
La versión inicial ofrecida a la familia señalaba que la agresión ocurrió durante una “práctica de tiro”, pero los dictámenes forenses contradicen esa explicación. La madre de la víctima, María Fernanda Carmona, denunció irregularidades en la notificación del caso y exigió que la investigación se realice con perspectiva de género y sin encubrimiento. Compañeras de Stephany han señalado que en el batallón existían antecedentes de acoso laboral y sexual contra mujeres, y en mensajes difundidos en redes sociales la joven habría advertido que fue hostigada y amenazada con sanciones si formalizaba una queja.
El crimen ha sido visibilizado en plataformas digitales bajo el hashtag #JusticiaParaStephany, impulsado por familiares, colectivos feministas y organizaciones de derechos humanos que reclaman transparencia y rendición de cuentas a la Guardia Nacional y a la Secretaría de la Defensa Nacional, instituciones que hasta ahora no han emitido un pronunciamiento oficial. En Ajalpan, su comunidad natal, vecinos realizaron una vigilia en su memoria y exigieron que el caso no quede impune. El cuerpo de la joven permanece en el Servicio Médico Forense de Acapulco en espera de ser trasladado a Puebla, mientras crece la presión social para que se esclarezca el feminicidio y se sancione a los responsables. ■