Albania ► “No estoy aquí para sustituir a las personas, sino para asistirlas”, dijo Diella, la nueva ministra de Obras Públicas de Albania, al aparecer en las pantallas del Parlamento vestida con traje tradicional. No tiene ciudadanía, ni intereses personales. Solo algoritmos, datos y una misión: gestionar de forma imparcial y transparente las contrataciones públicas del país. Su nombramiento, aprobado este jueves, convirtió a Albania en el primer Estado en delegar funciones ministeriales a una inteligencia artificial.
La presentación de Diella, cuyo nombre significa “Sol” en albanés, fue todo menos tranquila. El primer ministro Edi Rama pidió que se le concediera la palabra, y lo que siguió fue una escena inédita: diputados opositores lanzando libretas y documentos, gritando que se violaba la Constitución y el reglamento interno del Parlamento. La sesión, que debía durar hasta el sábado, se cerró en apenas 25 minutos. El gabinete fue aprobado con 82 votos a favor, en una Cámara de 140 escaños, mientras los legisladores inconformes perdían su derecho a hablar por el desorden provocado.
Diella no es una figura generada por IA en su totalidad. Su imagen corresponde a la actriz de teatro Anila Bisha, quien reveló que fue contratada por el Ministerio de Cultura y la Agencia Nacional de la Sociedad Digital para encarnar al avatar del sistema e-Albania. Las fotografías fueron tomadas a finales de 2024 y su contrato se extiende hasta diciembre de 2025. Bisha, con más de cuatro décadas de trayectoria en el Teatro Nacional, confesó que no imaginó el alcance del proyecto. “Si hubiera sabido que Diella iba a ser tan famosa…”, dijo entre risas, aunque también admitió que sus honorarios fueron modestos.
La función de Diella va más allá de lo simbólico. Desde ahora, será responsable de emitir documentos electrónicos para ciudadanos y empresas, y de gestionar automáticamente todas las licitaciones públicas. Las decisiones se tomarán fuera de los ministerios y se entregarán a Diella para su ejecución. El gobierno confía en que este modelo reducirá la corrupción, un problema que ha marcado a Albania durante décadas y que la Unión Europea ha señalado repetidamente en sus informes sobre el Estado de derecho.
La oposición, sin embargo, no está convencida. Considera que el nombramiento de una ministra virtual carece de sustento legal y que su intervención en el Parlamento fue una provocación. ■
