Ciudad de México ► En su primer Grito de Independencia como presidenta de México, Claudia Sheinbaum rompió con la tradición de las arengas patrias al incluir por primera vez un reconocimiento explícito a las mujeres que participaron en la lucha por la independencia. “Por mucho tiempo se ha hablado solo de Josefa Ortiz, como si fuera la única mujer en esa gesta histórica. Eso es resultado de una visión machista de la historia”, afirmó la mandataria durante su conferencia matutina de este miércoles.
Sheinbaum destacó figuras como Gertrudis Bocanegra, Leona Vicario y Manuela Molina, mujeres que, desde distintos orígenes sociales y étnicos, contribuyeron activamente al movimiento insurgente. Bocanegra, por ejemplo, fue descubierta por el virreinato mientras transmitía información a los rebeldes, detenida, torturada y ejecutada sin que su nombre figurara durante décadas en los relatos oficiales. Vicario, considerada la primera periodista mexicana, y Molina, mujer indígena que se sumó a la lucha, también fueron mencionadas como símbolos de una historia que debe contarse con mayor equidad.
La presidenta también justificó la inclusión de Benito Juárez en las arengas, no solo como indígena originario de Guelatao, sino como estadista que enfrentó la invasión francesa y promovió las Leyes de Reforma. “La historia suele reducirlo a su origen, pero sus aportaciones como presidente son fundamentales”, señaló.
Sheinbaum subrayó que encabezar por primera vez las ceremonias patrias como mujer representa un acto simbólico de inclusión. “No llegué sola, llegamos todas”, dijo, aunque reconoció que los gestos deben ir acompañados de políticas públicas que reduzcan la violencia de género y la brecha salarial.
En un contexto marcado por tensiones políticas, también lanzó una crítica a sectores conservadores que, según dijo, “siguen acudiendo al extranjero para buscar respaldo contra el gobierno y el pueblo de México”. ■