Ciudad de México ► La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que a partir de 2026 los bancos dejarán de deducir de impuestos la parte que aportan para cubrir la deuda del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), hoy Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
La medida, incluida en el Paquete Económico 2026 y en la próxima Ley de Ingresos, busca cerrar un beneficio fiscal vigente desde hace más de dos décadas y que, según cálculos oficiales, permitirá al erario recuperar alrededor de 10 mil millones de pesos anuales.
De rescate bancario a deuda pública
El Fobaproa fue creado en 1990 como un mecanismo para sanear a la banca mexicana durante la crisis financiera de 1994-1995, convirtiendo deuda privada en deuda pública. Desde entonces, el IPAB administra y paga ese pasivo con recursos provenientes, en su mayoría, del presupuesto federal y, en menor medida, de aportaciones de las propias instituciones financieras.
Actualmente, esa contribución bancaria —que representa una fracción del total— puede deducirse del pago de impuestos, algo que Sheinbaum calificó como “injusto” y “contradictorio”.
“No puede ser que haya deducción de impuestos de una aportación que se hace para pagar la deuda del Fobaproa. Tienes que pagar impuestos de eso”, subrayó la mandataria en su conferencia matutina en Palacio Nacional.
Sheinbaum adelantó que el lunes 8 de septiembre se presentará el proyecto de Presupuesto 2026 ante la Cámara de Diputados, y que el martes 9, el secretario de Hacienda, Édgar Amador, ofrecerá una conferencia para detallar la propuesta.
La presidenta explicó que la eliminación de la deducción ya fue comentada con algunos dueños de bancos y confía en que el sector financiero “cooperará” con la medida.
“Creo que es justo que no haya esta deducción. Ya viene planteada en la Ley de Ingresos y estoy segura de que todos los bancos van a estar de acuerdo”, afirmó.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, los recursos adicionales que se obtengan podrán destinarse a programas prioritarios y a reducir la presión sobre las finanzas públicas. ■