Las autoridades le imputan usurpación de profesión, fraude genérico, responsabilidad técnica médica y lesiones culposas.
Tamaulipas ► José Luis Llante, de 29 años, se ha convertido en uno de los hombres más buscados en el sur de Tamaulipas tras descubrirse que ejercía la cirugía estética sin cédula profesional y, años atrás, se hizo pasar por sacerdote en la diócesis de Tampico.
El pasado 2 de junio, Estela, una joven de la ciudad, acudió a la clínica Bellum —abierta por Llante en 2022 en la colonia Unidad Nacional— para someterse a una liposucción. Lo que parecía un procedimiento de rutina se tornó en pesadilla cuando el supuesto médico extrajo ocho litros de grasa, muy por encima de los cinco recomendados por protocolos internacionales. Tras la cirugía, la paciente sufrió convulsiones graves y presentó riesgo de vida, lo que derivó en su denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT).
Con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), la FGJT cateó la clínica Bellum. Allí confirmaron que Llante no contaba con certificación en cirugía plástica y que su cédula profesional como médico general fue expedida hasta el 17 de junio de 2025, quince días después del procedimiento. Además, hallaron material médico caducado, instalaciones improvisadas y expedientes clínicos irregulares.
En la investigación, la Fiscalía le imputó cuatro delitos: usurpación de profesión, responsabilidad técnica médica administrativa, fraude genérico y lesiones culposas. La clínica fue clausurada de manera definitiva, pero Llante huyó y permanece prófugo.
La polémica por su falsedad no se limita al bisturí. En 2019, con apenas 23 años, José Luis Llante se presentó en varias parroquias del sur tamaulipeco como sacerdote y “seminarista”, respaldado por documentos y cartas supuestamente avaladas por el obispo José Luis Dibildox Martínez (fallecido en 2018) y el arzobispo Rogelio Cabrera López. El exvicario de la Diócesis de Tampico, monseñor Elías Gómez, detectó la falsificación de firmas y sellos y alertó a todas las iglesias de la región para evitar la proliferación de actos de engaño.
En redes sociales, Llante difundía su imagen de “experto en medicina estética y armonización facial”, presumiendo reconocimientos falsos de revistas internacionales y tarifas muy por debajo del mercado, bajo el lema “belleza accesible para todos”. Pacientes que lograron contactar con él tras el cateo describen un trato amable y profesional, contrastando con los hallazgos oficiales de negligencia y riesgo sanitario.
La FGJT mantiene activa una ficha de búsqueda y solicita a la ciudadanía reportar cualquier información que conduzca al paradero de Llante, quien ha burlado hasta ahora los operativos de seguridad. Su caso expone la vulnerabilidad legal que permite a personas sin formación ni acreditación oficial ejercer dos de los roles de mayor confianza social: el del médico y el del ministro religioso. ■