El Salvador ► El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología emitió un memorándum obligatorio que entró en vigor el miércoles 20 de agosto, estableciendo un control estricto en el ingreso de estudiantes a todas las escuelas públicas del país. Las disposiciones obligan a presentar uniforme limpio y ordenado, un corte de cabello adecuado, una presentación personal correcta y un saludo respetuoso al entrar en los portones de cada centro educativo.
La autora del documento es Karla Edith Trigueros, juramentada como ministra el pasado 15 de agosto por el presidente Nayib Bukele. Trigueros, capitana de la Fuerza Armada y doctora en medicina, ingresó en 2007 a la Escuela Militar “Capitán General Gerardo Barrios” y luego obtuvo una beca para estudiar medicina en la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer. Su nombramiento, el primero de un militar al frente de Educación en más de 50 años, ha generado debate sobre la presencia castrense en espacios civiles.
Los directores y maestros deben supervisar diariamente desde las 8:00 a. m. el cumplimiento de estas normas en los accesos a las instalaciones. Cualquier incumplimiento se considerará “falta grave de responsabilidad administrativa” y dará lugar a sanciones, subraya el memorándum. La ministra reforzó la idea de que los directores actúen “como modelos de orden y disciplina” y no solo como vigilantes, sino como referentes en la formación de valores de respeto y convivencia sana.
En el Instituto Nacional General Francisco Menéndez (Inframen), con aproximadamente 2 700 alumnos de educación media, la directora Vicky de Alvarado aseguró que la institución ya aplica medidas disciplinarias “permanentes” y calificó las nuevas disposiciones de “muy buenas”. Invitó a padres de familia a enviar a sus hijos “ordenados y con buena presentación” para agilizar su implementación.
El Frente Magisterial Salvadoreño criticó la instrucción, calificando el nombramiento de Trigueros como “un golpe más” contra la educación pública, que buscaría profundizar su deterioro y allanar el camino para su privatización, y advirtió sobre la posible militarización de las escuelas bajo reglas excesivamente rígidas.
El presidente Bukele respaldó públicamente las medidas, afirmando que forman parte de una estrategia para “construir el El Salvador que soñamos” mediante el fomento de disciplina, civismo y compromiso ciudadano desde las aulas. ■